Las despedidas

No voy a descubrir nada si te digo que dos sentimientos se me cruzaron en las despedidas que tuve. Mucha felicidad, mucha muchísima felicidad porque estaba la gente que quiero o que hacía tiempo que no veía. Estaban los que se hicieron un ratito para pasar a saludar y los otros, que se quedaron para que nos emborrachemos y terminemos en un boliche (algunos sin recordar cómo volvieron a sus casas).

El otro es el obvio: tristeza. Ya no los iba a ver con la frecuencia que quisiera, por eso quise arreglar y verme con la gente todas las veces que pudiera (o las que el cuerpo aguantaba).  En total quise tener como mil despedidas: las personales, las grupales, las de amigos, las del laburo, las de la familia, para conocer el depto nuevo de una pareja vieja, en Capital, en Las Heras… En fin, tratar de estirar todo lo que se pueda cada segundo acá, con todos mis amigos.

Dejo 3 momentos que representan mil:

¿Gente que me faltó ver? MUCHA…
¿Gente que quiero volver a ver? TODOS.
De algo estoy muy seguro, los voy a extrañar jodido.