lunes, 28 de noviembre de 2016

Semana 173: Ver a Guns n' Roses fue como retroceder 20 años con actitud, pero sin ganas de aguantarme golpes por estar en la valla.

LUNES: Otra vez me toca una reunión que dura toda la tarde. Seguramente hasta mitad de diciembre, cada 10 días habrá reuniones que empiezan a las 2 y terminan a las 5 pm; en las que se chequearán todas las funcionalidades de una nueva plataforma que se activará finalizando el año.

La empresa que la está desarrollado me sorprendió mucho; luego de 9 agencias y 16 años de carrera, nunca estuve en una agencia de publicidad de este tamaño: 800 personas en Medellín, 800 personas en Bogotá y otras tantas en Perú, Panamá, República Dominicana, USA, Ecuador, España y México. Claramente, ningunos improvisados.


MARTESAunque parezcan muchas, las 5 horas que dura la mañana laboral casi no alcanzaron para todo el trabajo compactado durante ese tiempo. Primero fue una reunión con una empresa que quiere ser proveedora, seguimos con la reunión con una decoradora de interiores y terminamos con otra reunión con el proveedor de un próximo producto oficial. Y así se fue la mañana...

Pero todo cambia cuando llega una orden desde presidencia, un simple llamado telefónico puede hacer que los planes que tenías queden en la nada. Me tocó viaje en taxi, almuerzo durante el viaje y a presentarle un proyecto a la comisión técnica. La urgencia inicial se transformó en una larga espera, mientras tanto me entretuve viendo a los médicos del equipo en plena capacitación.

 
MIÉRCOLES: La ciudad vivió un hecho histórico y tuve la suerte de ser un testigo presencial. Tener a Guns n' Roses en Medellín fue como retroceder 20 años en actitud, pero sin ganas de aguantarme golpes por estar en la valla. No voy a contar nada nuevo sobre una banda que ya conocen todos; solo voy a puntualizar algunos detalles:

  • Un poli al que casi lo doblaba en edad, me sacó el cinturón en el 3er anillo de seguridad. Con mi peor tonada argenta le dije "sabés la cantidad de conciertos que tiene? Ojalá lo disfrutes..."
  • Marky Ramone y su banda telonera fue como revivir a Ramones. Sólo le faltó cantar el Feliz Cumpleaños a Burns. 
  • Duff McKagan y su bajo homenajeando a Prince se ganó todos mis respetos.
  • Axel con sombrero paisa. Superó el uso trillado de la camiseta del país local para ganarse al público.
  • Axel ya no usa sus calzas blancas ni corre desesperadamente por el escenario. Sus kilos solo le permiten caminar en un área delimitada.
  • Las 2 horas 40 de show dejaron satisfechas a las más de 40.000 personas que se volvieron a sus casas muertas pero felices. 

Mi amigo velezano Hernán y su amor oculto por Boca Juniors
La tecnología nos acerca a la gente y nos separa del espectáculo

JUEVESLa trasnochada de ayer se hizo sentir hoy, pero con menos repercusiones de las esperadas. Un pequeño dolor en la cadera producto de estar parado 6 horas, fue lo que dejó una noche que me llevó 20 años en el recuerdo (sarna con gusto no pica, según dicen por ahí).

Ya conté que me encomendaron dos proyectos importantes que se vendrán en las próximas semanas. Uno lo presenté hoy con entusiasmo, pero fue bajado de un hondazo con una rapidez asombrosa. No me aprobaron nada y me explicaron mejor lo que necesitaban (la primera vez nunca nadie lo hace bien). Tocará reescribir de nuevo y probar suerte mañana.

Volví al estadio para el partido, ¡se olvidaron el escenario!

VIERNESLuego del hondazo de ayer, hoy fui por la revancha. No iba a quedarme con la devolución que me dieron así que presenté un nuevo guión (además tenía que hacerlo, ya me había comprometido). Por suerte todo salió perfecto, gustó lo presentado y ya mismo está en producción. Espero que tenga las repercuciones que se esperan.

Todos los días, sinceramente no me da...

SÁBADO: Como ya es costumbre, los viernes por la noche y los sábados durante el día me dedico a trabajar en mi nueva actividad laboral: atender el local de comidas rápidas. La falta de fotos se debe a que no está como queremos; por eso todavía no se muestra, eso pasará cuando lo reinauguremos. Por lo pronto, el primer cambio es musical y debo decir que fue muy bien recibido.  


DOMINGO: La lluvia quiso arruinarme nuevamente el día, pero lo logró a medias. En un momento de descuido entre nube y nube, salí rápido y me fui a tomar un café a uno de los lugares más lindos y con peor atención de Medellín: el Café Otraparte. Ubicado en la Casa Museo OtraParte, lugar que antiguamente fuera el hogar del poeta, filósofo y escritor antioqueño Fernando González.

Aunque es un espacio lindo y tranquilo, esperar 15 minutos que te atiendan; para que luego te traigan un café frío viendo la total indiferencia de los meseros, es algo que no quiero volver a ver durante un tiempo. Lo único divertido fue el entusiasmo del que me cobró, se enteró que era argentino y solo quiso que le explique cómo preparar un buen mate.




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