domingo, 27 de agosto de 2017

Semana 208: "planes de viejito".

LUNES: Los lunes feriados no siempre son depresivos; en algunos casos hasta pueden servir para hacer muchas cosas. Además de descansar o mirar películas, uno también pueden rellenar su tiempo libre en la cocina. Por eso no me negué cuando salió el plan de cocinar pan casero. Sí, estoy empezando a tener planes de viejito.

Aunque la masa sufrió un par de cambios porque no quedaba como tenía que quedar, los panes salieron mejor de lo que esperábamos. Lo mejor de todo vino al final del día: como si estuviésemos alrededor de un fogón, la noche cerró con cuentos de brujas, fantasmas y duendes. Así me fui a dormir, con la panza llena y con un poquitito de miedo.


MARTES: Como inicio de semana y por ser un día suplente, este martes hizo muy bien su papel de lunes. A pesar de haber tenido una linda trasnochada, el cuerpo respondió bien al despertador. El día acompañó con tranquilidad de principio a fin, las tareas administrativas que me tocaron ayudaron a trabajar en modo mecánico y sin sobresaltos.

Se viene un evento gastronómico grande en Medellín y el invitado principal es un fulano que parece ser una eminencia en lo suyo. Quizás pasaría como un evento más si no fuese porque es de cosas dulces. En la web encontré un link para acreditarse como prensa, sin dudarlo inscribí a Mekateando para registrar el evento como un medio más. Como todavía es un medio medio, compré las entradas por si nos negaban la credencial de acceso.


MIÉRCOLES: Empecé a armar lo que será mi próximo viaje para Argentina. El objetivo es sacarle todo el jugo posible al poco tiempo que voy a estar allá y como siempre, la prioridad es verme con mis distintos grupos de amigos. Esta vez también habrá que conseguir una sala de ensayo; sí señores, parece que vuelve Poster... Por lo menos, por un par de horitas.

Quisiera viajar más veces en el año pero no puedo, por suerte uno conoce gente que va y viene más seguido. Hoy fui a la casa de un amigo para buscar un paquetito que me hice traer desde Argentina, una comprita que hice hace unos meses y estaba ansioso por tener en mis manos. No hay mucho más para contar, creo que mi cara lo dice todo...


JUEVES: Gracias al clima primaveral que se vive durante el año en Medellín, tenía mis problemas nasales completamente fuera de la memoria. Mientras que en Argentina no me separaba de los pañuelos, sea el momento del año que sea; acá hasta me los olvido a propósito y no pasa nada. Mi inmensa nariz vive su momento de gloria.

Más que vive, vivía... Amanecí con una congestión que si bien no es de las que tenía en Baires, hizo olvidarme por un rato de donde estaba. Lo más raro es cómo reacciona la gente cuando te ve con pañuelos; como acá no hay invierno no están familiarizados con la costumbre de sonarse el naso. Tranquilos todos, esta canilla de mocos se llama resfrío...

Tengo un par de amigos que opinan lo mismo...

VIERNES: La tranquilidad general del día se vió afectada por un simpático pedido que claramente no estaba en mis planes: tenés que hacer un PPT para presentar el lunes temprano, es algo simple de 6 slides. Me gusta porque para el que lo pide, siempre es "algo simple"... Y si es tan simple, por qué no lo hacés vos, mamu?

El pedido me lo hicieron a la mañana pero es viernes y me despierto a las 5.50 AM, no pretendas que sea persona. Como soy un animal que funciona mejor por la tarde, no tenía planes y tampoco tenía apuro por llegar a mi casa, me quedé terminando esta presentación tan simple hasta mucho después del horario de salida. Todo por la satisfacción de un trabajo bien hecho.

Ya no se mide más con regla, la modernidad al servicio del vago

SÁBADO: Con las entradas en la mano, llegamos contentos y eufóricos a la feria gastronómica de cosas dulces. Ni a un concierto llego con tantas ganas. Para nuestra sorpresa, en el ingreso nos confirman que efectivamente estábamos en la lista de prensa; esto significaba acceso gratuito al evento. Las entradas cayeron en manos de una feliz pareja que hizo su negocio pagándolas unos pesos menos.   


Difícil definir lo que encontré una vez que traspasé las puertas. La tierra de las calorías? El infierno del diabético? Me sentía uno de los 4 concursantes en Charlie y la Fábrica de Chocolates, metros y metros de stands con miles de opciones dulces que aunque no hablaban, invitaban a los pecadores de la glucosa a disfrutar de lo que realmente vale la pena.

La cara de felicidad que tenía la gente era hermosa, transportando dos o tres bolsas con compras más su bandejita con algo para comer en el lugar; todos portando sonrisas de placer e ignorándose las comisuras con restos de masa y colorantes. Este no era el momento indicado para hablar de una vida fit. Cuando ya nos sentimos asqueados de comer y caminar, de caminar y comer, decidimos retirarnos cargando nuestras propias bolsas y con los agujeros del cinturón pidiendo auxilio.  


DOMINGO: El éxtasis estomacal vivido durante la jornada de ayer, hoy tuvo una pequeña segunda vuelta. En uno de los stands, compramos productos y nos hicieron concursar en una ruleta. Aunque perdimos nos hicieron tirar de vuelta, un poco por lástima y otro poco por nuestra cara de chocoadictos desilucionados.

Esta vez la suerte giró 180 grados y estuvo de nuestro lado, ganamos "el premio mayor": una mega galleta con chips de chocolate y pequeños bombones de mantecol. Luego de todo lo que se había comido, no había espacio para nada nuevo. Hoy gentilmente se le hizo espacio y se disfrutó de ese premio ganado en buena ley. Y bien rico que estaba...



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