Semana 190: "gratis hasta voy a misa"

LUNES: Muy lindos los 6 días vividos en Panamá, viví un relajo como hacía mucho tiempo no tenía y solo espero tener un próximo viaje pronto. Hasta ahí todo perfecto; el problema fue la vuelta al trabajo luego de no pegar un ojo en toda la noche, el cuerpo se acostumbró a tener el reloj despertador apagado y nadie le explicó que todo eso ya se terminó...

Siguiendo con el tan lindo concepto vertido por mí hacia mi persona (Soy como las putas - miércoles de la Semana 188: Autómata glotón), una vez más repetí ese "no" que quiere decir "sí". Enviaron mensaje en el grupo de fútbol y preferí ignorarlo para descansar por la noche que había tenido; pero un emanuel? de uno de los pibes sirvió para que vaya a correr atrás de la redonda. Que viva el fútbol!

Expoartesanos, cosas ricas para comer y comer y comer

Y comer y comer y seguir comiendo...

MARTES: Ya conté mil veces sobre mis 16 años trabajando en agencia de publicidad. Como proveedor de un servicio (y sobre todo BTL), con mis ex compañeros hacíamos de todo para llegar con los tiempos y no fallarle al cliente; lo más normal era desde trasnochar hasta terminar los PPT en el taxi, camino a la reunión.

Por eso no puedo entender lo que vengo viviendo hace 2 semanas: el lunes de la semana anterior le envié un archivo a un proveedor para que imprima, el miércoles me dijo que había quedado "bellísimo", pasó semana santa, pasó el fín de semana, pasó lunes y hoy me viene con problemas de impresión. De no creer, no lo mato porque necesito esas tarjetas...

Año 1949: Atlético Municipal (primer nombre de Nacional) vs Boca Jr

MIÉRCOLES: Tuvimos el segundo ensayo del show principal del evento por los 70 años del club y cuando sonó el tango, volví a sentir lo mismo que la vez anterior. Siempre que escucho un tango a estos 5.000 km que me separan de Argentina, internamente los sentimientos se manifiestan con la única forma posible que encuentran: las lágrimas.

Finalmente el puto proveedor me trajo lo que necesitaba. El apuro viene porque son las invitaciones para el evento de la próxima semana y sí o sí tienen que ser entregadas esta semana (el evento es en 10 días). Encima cuando las trajo y sabiendo que tenía el culo sucio me dice "no te puedo decir nada"; y no, mejor callate y andate.    

JUEVES: El famoso evento por los 70 años del club con el que venimos trabajando desde hace 3 meses, esta semana tuvo algunos cambios de último momento. No son nada grave pero habrá que correr bastante los próximos días. Por lo pronto, hoy estuvimos nuevamente en el salón para tomar nuevamente medidas de todo. Arranca todo de nuevo...

Por la noche me invitaron a un evento de compañías de ballet, que se juntaban para hacer lo que mejor saben hacer: bailar. Fui para tener una salida distinta y porque tengo un viejo lema que trato de respetar cada vez que puedo: "gratis hasta voy a misa". Por suerte encontré más de lo que esperaba, sonaron buenas canciones y salí más que sorprendido.

VIERNES: Esta semana el equipo jugó un partido por Copa Libertadores y como ya me habían comentado antes, cada vez que la delegación vuelve de un viaje por Argentina traen cosas ricas. Los beneficios de conocer a las personas indicadas hicieron que reciba doble ración de alfajor, que mezclados con un toque de nostalgia tenían un gusto espectacular.   

SÁBADO: El 18 de mayo se me vence el contrato en el departamento; tenía intensiones de seguir un tiempo más pero recibí una carta desde la inmobiliaria avisándome que la dueña lo necesitaba para ponerlo a la venta. Me cagó la vida porque tengo que ponerme con algo que no tenía en mente, con el gasto de tiempo y dinero que eso significa.

Cada sábado que puedo (y el bolsillo ayuda), trato de mantener la costumbre de salir a cenar a lugares lindos donde se coma bien y sobre todo, que no sean tan caros. Esta vez le tocó el turno a Chiclayo, un lindo restaurante de comida peruana donde además, tienen una atención de primera. Recomendación de gordo: el pulpo a la parrilla.

DOMINGO: Cuando estaba armando los bolsos en enero para volverme a Medellín, había algo que no me entró y decidí dejarlo; sabía que estaba cometiendo un error pero no me quedó otra. Hoy estoy pagando ese precio, con el traje prestado de un amigo para el evento del próximo viernes. Era eso o gastarme un dineral alquilando uno.

Sin ser un médico recibido, hoy hice un trasplante y me salió bastante bien. Les llegó el turno a las niñas de la casa, que necesitan una habitación más grande para que puedan seguir desarrollándose fuertes y sanas. Con tierra nueva y varios cambios de maceta, la casa se sigue llenando de verde.