lunes, 7 de septiembre de 2015

Semana 113: Nadie puede trabajar sin máquina de café.

LUNES: No terminó el domingo y el lunes ya estaba arrancando. Me dormí a la 1 de la mañana y a las 5 sonó el despertador, tenía que levantarme porque volaba a Bogotá. Ya lo conté mil veces, los 40 minutos de viaje hasta el aeropuerto + las 2 horas de anticipación, hacen que el plan comience excesivamente temprano.

La reunión era 9:40 AM pero quizás las cosas no salieron como las planeamos: sin avisar corrieron la salida del vuelo, no llegábamos y sacamos otros 2 pasajes, llamamos para que nos corran más tarde la reunión, en Bogotá el taxi nos paseó hasta llegar y encima la presentación al cliente no salió como esperábamos. Si ganamos ese proyecto es de pura casualidad...      

Chau Medellín...
Hola y chau Bogotá...
Hola Medellín de nuevo.

MARTES: ¡Al fín pude reencontrarme con mi equipo creativo! Tenía trabajando a cada uno en su casa y ya los tengo a todos juntos de nuevo. Somos los primeros en inaugurar la nueva sede y como era de esperarse NO HAY NADA; desde cosas complejas como Internet hasta cosas básicas como la máquina de café. Por favor, que terminen rápido con todo, nadie puede trabajar sin máquina de café.

Tuve una reunión para recibir asesoramiento sobre la comercialización de la pauta de una app mobile (parecería chino básico pero no lo es). Me dieron una dirección y cuando llegué, me encontré con que era en la sede paisa de mi antiguo trabajo en Bogotá. En Medellín también el mundo es un pañuelo.

 
MIÉRCOLES: Hice la prueba y creo que voy a adoptar esta nueva rutina; la nueva sede queda más cerca de casa y fui y volví caminando (con la ayuda del GPS del celular, me sentí más turista que nunca). Aprovechando que no tengo que subir ninguna loma, hasta tengo pensado comprarme una bicicleta.

Por la tarde fuimos al supermercado con parte del equipo para hacer un benchmarking. ¿Qué mierda es eso? Una técnica con la que se compara una compañía con otra líder en el mercado; no para copiar sino para identificar lo que hacen bien, para luego innovar y mejorar. En un momento fue como estar en una excursión del colegio.


JUEVES: Por un proyecto que tenemos que entregar, a la mañana fuimos con la audiovisual para fotografiar un auto (aclaro: auto del dueño de una marca X). Cuando lo vimos en el estacionamiento no lo podíamos creer, una mugre sobre ruedas. Sabiendo lo que teníamos que hacer, al tipo no le importó. Acá y en todos lados, la gente de mucha plata es una mierda.

Ahora sí, hago la presentación formal de la nueva oficina. Como conté el martes, sólo estamos con el equipo creativo y por el momento disfrutamos de una paz que perderemos cuando la casa se llene de teléfonos sonando, de fumadores invasores y de humanos multiparlantes. 

Mis chiches

VIERNES: Al mediodía organizamos un picnic con gente linda que pasó por la agencia. El lugar elegido se llama Ciudad del Río, una zona que me hace recordar mucho a Puerto Madero porque se puso de moda, y los nuevos edificios altos conviven con muchas zonas verdes, que la gente aprovecha los fines de semana.

A la tarde tuvimos una reunión con un cliente que tenía más ganas de irse que de quedarse. Sus viernes terminan a las 4 y la reunión era 3.30 PM. La hizo durar hasta lo que pudo y 4.30 la dió por terminada. Lo mejor de la vida fue llegar a casa a las 5 PM y ver el atardecer comiendo helado; fui un gordo felí...

¿Cómo estaba el ceviche? Essselente, queremo' má...

SÁBADO: Con el plan de hoy tenía sentimientos encontrados; me divertía porque era trekking subiendo un morro pero no me convencía porque era a las 5 de la mañana (esta gente maneja horarios que todavía no entiendo). Luego de esperar anoche hasta último momento, una bendita rueda pinchada del auto que nos llevaba terminó por cancelar esta locura.

Igual nada está perdido, la clase de crossfit de los sábados son a matar o morir. Y si bien nunca terminan de matarme, siempre me dejan moribundo por varias horas. Por suerte revivo disfrutando la piscina y el clima de Medellín, que últimamente está practicando para laburar como horno microondas...


DOMINGO: Últimamente el clima está eligiendo a uno de los dos días del fin de semana como su preferido, dándole a este un cielo celeste y un sol caribeño lleno de vida; y dejándole al otro un triste gris del que nadie recordará su paso. Este es el lastimoso destino que tuvo este domingo, con muy pocas cosas positivas para rescatarle.      

Entre ellas se destaca la locura llamada Interstellar de Christopher Nolan, creador de la trilogía Batman, Inception y Memento. Parece que el planeta se está viniendo abajo (nada más parecido a la realidad) y un grupo de cerebritos tiene la genial idea de ir a buscar otros planetas en otras galaxias para reubicar a la raza humana. Muy entretenida, sobre todo cuando te sobran 3 horas de tu vida.


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