lunes, 24 de agosto de 2015

Semana 111: Sí chicos, les cagué el sábado y domingo.

LUNES: Como siempre pasa en un día como hoy, es feriado (o festivo como le dicen acá) y yo no pregunto el motivo, razón o circunstancia. Simplemente lo disfruto desde que levanto los párpados hasta que los cierro.

Hacía mucho que no iba al lugar ese donde la pantalla es grande y generalmente pasan películas estrenos. Es más, hasta olvidé el nombre. Resuelto ese problema, recomiendo una de las más divertidas que vi en este 2015, ideal para esos momentos depresivos en los que nada estabiliza el ánimo.


MARTES: Por estas cosas del teletrabajo, hoy estaba en casa y tocaron el timbre a la tarde. Qué lindo recibir visitas...!!! Era el fumigador que hizo su trabajo y se fue. Y me quedé pensando: el tipo usó su respectivo protector bucal y yo quedo acá encerrado con el veneno fresquito fresquito. Si no sigo escribo el blog, ya se sabe el por qué...

Parecería que hay buenas noticias en la agencia. Parecería que ya encontraron sede para mudarnos y parecería que el lunes arrancamos a laburar normalmente ahí (de tantos condicionales ya parezco Clarín). Ojalá que sea cierto porque esto de tener a cada uno en su casa y manejar los proyectos por teléfono es UNA PAJA.

Los autos también tienen su ley de la L

MIÉRCOLES: Los condicionales que abundaban en el párrafo de ayer, hoy se convirtieron en realidad! Efectivamente hoy firmaron el contrato y ya empezaron a acondicionar la sede nueva. Entre mañana y pasado pasarán todas las cosas para arrancar el próximo lunes, con toda la familia unita nuevamente.

Hoy volví a practicar fútbol luego de mucho tiempo y quedé feliz porque me fui sin dolores en ningún lado. Más allá de eso, me quedo con la siguiente reflexión: te das cuenta que te volviste viejo cuando pasás de delantero a mediocampista, y de mediocampista a defensor. Snif snif...

Entregando otro pedido: pepas. Algo tienen
las galletitas argentas para los colombianos

JUEVES: Por la mañana me llevaron a conocer la nueva casa, me gustó mucho y lo imaginé como el próximo lugar donde fluirán los ríos de buenas ideas, formando cataratas de creatividad por doquier, abundando maremotos de proyectos y produciéndose tsunamis de nuevos clientes. Bueno no tan así pero se entendió la idea...

Se viene un fin de semana muy pero muy complicado; estamos concursando entre 12 agencias para ganar un nuevo cliente por los próximos 2 o 3 años. Bueno, en realidad es medio mentirita: elegirán 4 agencias y entre esas seleccionadas, las hacen competir por los proyectos que vengan. O sea, hago laburar a todo el mundo, a algunas les hago creer que ganaron y luego los sigo exprimiendo por puro placer propio. Así es como labura un cliente grande y de renombre, pero muy choto.

El más clásico de los pedidos

VIERNES: Temprano por la mañana cité a casi todo el equipo para tener una reunión y hablar sobre el mega proyecto que se viene. Se entrega el próximo miércoles y no quiero andar trasnochando ni corriendo para llegar a tiempo, prefiero sacrificar algunas (varias) horas del fin de semana que perder horas de sueño y descanso en la noche. Sí chicos, les cagué el sábado y domingo.

Y como si fuera poco, se me sumaron otras 2 propuestas que tengo que preparar durante el fin de semana. Son dos briefs que la gente que dejé a cargo cajoneó en mi viaje a Argentina, y ahora hay que sacarlas sí o sí. Para suavizar un poco los días que se me vienen, tuve que salir a tomar algunas cervezas con amigos.

Proyecciones en la pared, otra genial idea
para hacerle perder plata a los clientes

SÁBADO: Anoche me cuidé con el alcohol para llegar con algunas neuronas a la clase especial de hora y media que tuvimos en el gimnasio. Si no sigo escribiendo es porque el veneno del fumigador me mató, o porque el exceso de ejercicios y deporte atentó contra la vida de un treintañero.

El resto del día se repartió entre responsabilidades, reuniones, compras, salidas y cenas ricas. Ah, dejo la entrevista completa que le hizo Fantino a Carlos Tevez el jueves último. No, no tiene nada que ver, pero la vi y por momentos me emocioné hasta casi las lágrimas.


DOMINGO: Hoy tengo que trabajar todo el día y afuera hay un sol caribeño que te hace replantear completamente tu existencia. El día se repartió entre las 2 presentaciones chiquitas (que me sacaron 3 horas c/u) y la mega mega mega, para concursar por un cliente nuevo. Esa jodita nos mantuvo con todo el equipo hasta las 3 de la mañana comunicados vía mail y chat.

A la catarata de casamientos que tuve desde que me vine a vivir acá (cinco en año y medio) se le suma uno más en octubre, ¡pero en Colombia! Un gran amigo colombiano se casa y tengo el honor de haber sido invitado. Una nueva experiencia que voy a vivir, en un país que no deja de sorprenderme. 



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