martes, 16 de octubre de 2018

Semana 261: "Así es muy difícil..."

LUNES: En el laburo enviaron un correo a un grupo selecto de líderes, invitándonos a un diplomado virtual. Si fuese por costos, para mí sería imposible poder hacerlo; pero la noticia es que ofrecían hacerlo totalmente gratis. Como si fuese un chico de escuela al que le ocupan sus tardes con mil actividades, me apuré en responder para no perder uno de los únicos 5 cupos disponibles. 

De ahora en adelante y durante el próximo mes; los lunes, martes y miércoles de cada semana estaré ocupado en mi casa prestándole atención a todo lo que aprenda en el diplomado sobre Mercadeo Estratégico y Ventas Efectivas. Perdón gimnasio, sorry inglés; tendrán que entender que esto es corto y deberán hacerle un huequito al nuevo compañerito de tareas. 

Arrancando con lo básico... Lo más básico
 
MARTES: En las empresas tenés toda clase de empleados: los laburadores, los chupamedias, los chismosos, los APPT (Al Pedo Pero Temprano), los que siempre se van tarde, los que cumplen, los que se creen graciosos, los que llegan dormidos y de mal humor... Siguiendo con los ejemplos, nosotros tenemos alguien que ama tener reuniones.

No entiendo el fetiche pero disfruta tener la agenda cargada de reuniones, tener toda la gente junta en una oficina (muchas veces para nada) y así perder el día entero hablando y hablando. Y cuando querés darte cuenta, no hiciste una mierda y tenés todo el laburo acumulado de los días previos, el que se acumuló por las reuniones de hoy y el que seguramente se acumulará mañana. Así es muy difícil...

Me llegó y me llenó de orgullo

MIÉRCOLES: No sé si será por el momento del año en el que estamos, porque hace mucho tiempo que no me tomo vacaciones (ni recuerdo cuándo fueron las últimas) o simplemente porque me despierto todos los días a las 5.50 AM; pero el sueño que me está agarrando últimamente tipo 6 y media de la tarde es de no creer. Como si me apagaran el switch y a otra cosa butterfly.  

No logré solucionar este problema ni metiéndome una intravenosa de café. Obviamente no puedo terminar el día tan temprano porque sino a las 12 de la noche me tenés despierto para ir a trabajar, la única manera que encontré para sobrepasar este limbo fue paciencia, ponerme cómodo en el sofá y reaccionar a tiempo antes del cabezazo.

Vivo en Colombia, pero
me quedo más tranquilo

JUEVES: Hace ya un largo tiempo que vengo trabajando en un lindo proyecto: contactar a los exjugadores que salieron campeones para, en nombre del club, entregarles pases vitalicios para que puedan ir al estadio las veces que quieran. Los llamo por teléfono, voy hasta donde me digan y les hago una pequeña entrevista para las redes sociales oficiales.

Lo disfruto bastante porque conozco gente increíble, desde viejitos que triunfaron en los 70 hasta jugadores más actuales que son ídolos de las nuevas generaciones. Lo que nunca imaginé es que uno de los referentes más importantes de la historia de Nacional, suba ese momento a sus redes personales. No lo esperaba, la sorpresa fue gigante.


VIERNES: No todas las historias relacionadas con este proyecto son así de interactivas. Por ejemplo: había citado a un exjugador a las 4 PM para hacerle una entrevista en la oficina y en un momento hasta pensé que la jornada laboral no iba a terminar más. Me quedé esperándolo hasta que llegó, a las 6 de la tarde. Lo bueno es que el tipo se iba reportando durante el camino, como avisándome que hoy me iba a ir muy tarde.

Además de querer irme porque hacía dos horas que ya no tenía por qué estar en la oficina, tenía salida con los compañeros de laburo. Hoy era el día donde se descubrían los que jugaron al Amigo -acá Secreto, allá Invisible- y me invitaron. Yo acepté de puro metido y la pasamos de 10; comimos, tomamos, nos reímos mucho y hasta tuve la sorpresa de recibir un regalo.


SÁBADO: Pensé que la salida de anoche me iba a destruir mucho más, pero parece que con la edad aprendí a tomar mejor; tomé grandes cantidades de aguardiente pero hoy me desperté fresco como una lechuga. Aprovechando eso, me dediqué a limpiar toda la casa y entre tanta barrida y trapeada, me encontré con una película ícono de mi infancia, que me detuvo las labores por un ratito:


DOMINGO: Un domingo que se aprovechó de punta a punta... De la cama. El día no aportaba mucho y encima, cuando había juntado todas las ganas para ir al estadio a ver a Nacional, se larga un aguacero que borró la ciudad del mapa. La lluvia formó una cortina gris, pareja y uniforme que me hizo repensar cualquier decisión que incluyera "salir de la casa con este día". A seguir descansando, la posición horizontal siempre es bienvenida.



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