La semana pasada conté cómo funciona mi cabeza a la hora de tomar decisiones. Si bien se toma su tiempo (a veces prolongado), las prioridades tienen su tratamiento especial. Por eso estoy en condiciones de decir que pronto arrancará una nueva etapa en mi vida, gracias al nuevo -y espero definitivo- curso de inglés que arrancaré en breve. Vuelvo a los libros, vuelvo a las aulas, vuelvo a jugar con los idiomas.
MARTES: Si bien teníamos que seguir en la agencia con este proyecto que estamos trabajando, la selección de Colombia jugaba su partido 7 AM y decidimos arrancar el día en la oficina viendo el partido con todos los compañeros. El inesperado resultado ilustra este raro mundial, que elige a sus víctimas latinoamericanas para cobrarse Dios sabe qué... Espero que la suerte cambie para todos.
El síndrome de abstinencia deportiva me tiene de la cabeza; finalizando el día y a pesar de la lesión en la rodilla derecha, fui al gimnasio para moverme un poco. Ojo, esto que parecería una locura fue lo que me aconsejó el médico deportólogo para no perder todo el trabajo hecho hasta el momento, y volver a tener el cuerpo de un viejito de mi edad...
MIÉRCOLES: La experiencia de trabajar en la agencia de publicidad llegó a su fin, hay que volver a la oficina y esta es la mejor noticia que puedo tener. Luego de dos días por fuera, hay pendientes que me están esperando con los brazos abiertos; estos más los que se van a acumular hasta que saquemos estos acumulados, van a mantenerme lo suficientemente ocupado como para darle un respiro a los partidos del mundial. Por lo menos hasta mañana que juega Argentina.
Hacía mucho tiempo que el clima no me sorprendía de esta manera; puntualmente la lluvia que cayó al mediodía, que estuvo acompañada de una granizada que por momentos hizo desaparecer a los edificios vecinos atrás de un falso horizonte gris. Y si faltaba algo más para parecerse a una película de terror, el sonido de las piedras fueron el marco ideal para un almuerzo que me mantuvo más pendiente de los vidrios que de comer tranquilo.
Ante un accidente: abra la puerta, saque el hacha y cierre la puerta, rompa el vidrio y desenrosque la manguera. |
JUEVES:
DÍA DE LUTO NACIONAL.
VIERNES: Los cambios en las empresas generan situaciones de todo tipo y la entrada de gente nueva en mandos dirigenciales traen un giro inesperado ante todo lo que antes "estaba bien". Como ya sabemos: escoba nueva barre mejor, y lo establecido empieza a perder valor con nuevas rutinas, generalmente vistas por los empleados (con más de dos dedos de frente) como ideales difíciles de alcanzar.
La gente se resiste al cambio porque prefiere seguir como autómatas que trabajan bajo órdenes repetitivas y poco jugadas. El problema mayor es que nadie dice nada porque se necesita el trabajo y se firma ese pacto imaginario con tal de no incomodar a nadie y pasar inadvertivo. Pero nada dura para siempre y como bien dice el gran GC: tanto lo deseás que al fin sucede...
SÁBADO: Hace tanto tiempo que no voy al cine, que ya no recuerdo cuál fue la última película que vi (real). Ante varios títulos con historias poco conocidas para mí y ante el miedo a clavarme con algo que no me guste, recurrí a un viejo conocido que nunca falla y a estas alturas hasta se podría decir que ya es un clásico: Jurassic Park.
Si bien la película es entretenida, esta quinta versión de la saga que empezó allá por 1993 (que viejo que estamos) ya demuestra que se le empiezan a agotar los temas. Ahora el problema se centra en el tráfico de animales y la manera que encuentran para resolver todo. Quizás la próxima batalla en una futura versión sea contra una pajita que se le metió en la nariz a un dinosaurio, uno nunca sabe.
DOMINGO: Los boludos que siguen las modas se superan día a día; cada tanto conocemos algún restaurante de Palermo que ante la necesidad de hacerse de un nombre, busca la forma de sobresalir con cualquier tipo de idea (aunque sólo logren algunos minutos en redes sociales). Claramente, la línea que separa la creatividad de la ridiculez es muy finita...
Hoy me crucé con el colmo de la modernidad, algo que en una mesa de negocios pasa de largo hasta que alguien decide llevarla a cabo. Y este es el resultado, un producto que nunca compraría ni como regalo. Es más; en mi caso, lo primero y único que pensé cuando lo vi fue lo siguiente:
La leche tiene frío, yo la abrigaré.
Le pondré un sobretodo mío, largo hasta los pies.
Yo no sé por qué...
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