viernes, 8 de junio de 2018

Semana 243: Hay festejo por mis primeros 5 años en Colombia!

LUNES: La semana pasada tuvimos unos quilombos por no haber sabido manejar ciertos procesos internos. Cuando se supo el qué y el por qué había pasado todo, creo que quedaron las cosas claras... Pero no para todos, nuevamente se saltaron el conducto regular y volvimos a recibir pedidos sobre el mismo proyecto, esta vez hasta de gente que nada tuvo que ver. Claramente los procesos quedaron claros, pero solo para unos pocos...  

Voy a pensar que el destino me tiene entre ceja y ceja: jugando al fútbol me lesioné la rodilla. Lamentablemente tuve que ir a urgencias y desde que llegué hasta que me fui estuve cuatro horas (de 9 PM a 1 AM). Diagnóstico: distensión de ligamento externo. Solución que me dieron: acetaminofén, reposo y una venda... Este país es hermoso por donde lo mires hasta que te toca hacer uso de su Sistema de Salud; considerate un tipo de suerte si no moriste en el camino.  

Nota de color: para la radiografía me llevaron en silla de ruedas

MARTES: Luego de acostarme a la 1:30 AM con la rodilla rota, cualquiera hubiese aprovechado los siguientes 7 días que me dieron de reposo para descansar de lo lindo. Claro, cualquiera menos yo; el reloj sonó 5:45 AM como todos los días, tenía una reunión importante en el laburo y no podía faltar. Me quedé terminando pendientes, fui a comprar los remedios y volví a casa recién a las 2 PM, mi recuperación ya es oficial.

Tuve que cancelar todos los planes que tenía para la semana. Entre los laborales, una capacitación importante y varias reuniones con distinta gente. Entre los personales, faltar a la juntada con amigos argentinos para ver la despedida de La Selección en La Bombonera. Parece que los 39 se vienen difíciles.


MIÉRCOLES: Algo que nadie respeta es tomar los remedios a la hora que corresponde. En mi caso, la responsabilidad le ganó a la vagancia y me puse el despertador a las 5 AM para tomar una pastilla. La mañana fue rara; aunque estaba en mi propio depto, tardé un rato para adaptarme a este entorno en esta hora inusual. No estoy acostumbrado a esta rutina de-la-no-rutina, pero pude sobrellevarla gracias a la Metro y Perros de la Calle.

Netflix fue el compañero ideal para pasar los tiempos muertos de la tarde, entre varias llamadas telefónicas para definir temas laborales y alguna limpieza simple de la casa, pude terminar la temporada de House of Cards que me faltaba. Mientras espero la publicación de la sexta y última, empecé con algo lindo de lo que tengo en mi listado de pendientes:


JUEVES: Advertencia: nunca comiencen a leer un libro estando en la cama, y mucho menos si están bajo las cobijas. Inteligentemente arranqué un libro que me pasaron hace bastante y está relacionado a mis nuevas ocupaciones en una empresa deportiva. Marketing, Finanzas y Gestión del Deporte se llama el libro del que conozco solo las primeras páginas, sólo las que el sueño me permitió conocer.

Finalizando el día tenía cita con la fisioterapeuta del gimnasio, ya la había cancelado anteriormente y no me dió para volver a decirles que no. Luego de los exámenes me comentó que estoy bajo en grasa, bien en masa muscular pero la lesión me redujo flexibilidad en la pierna. Me derivó con el deportólogo y una nutricionista para que ambos me vean. El categoría 78 se resiste al ansianato...


VIERNES: Inevitablemente el reposo tiene responsabilidades que no se pueden postergar, luego de revisar la web de Migración Colombia confirmé que mi nueva cédula de extranjería ya estuviera disponible. Tuve que ir a buscarla para ahora sí y por los próximos años, estar 100% legal. Ah, un detalle que no conté es que justamente hoy cumplo 5 años en Colombia, feliz cumpleaños para mí!

Esto último es motivo suficiente para festejar. Hace un tiempito que tengo reservada esta fecha para hacer un viaje y justo coincidió con mi lesión, cosa que me importó muy poco porque todo estaba pago y no ir hubiese sido un problema mayor. Con la poca pierna que me queda, me toca enfrentar un viaje de casi 12 horas a un lindo destino.

emita versión 2018

SÁBADO: Este quinto aniversario justificaba un viaje a cualquier lado de este país hermoso que cuanto más lo conozco, más me gusta. El destino en cuestión es el Desierto de la Tatacoa, la segunda zona árida más extensa de Colombia. Luego de casi 12 horas viajando desde Medellín, la llegada fue temprano directamente al hostel a dejar bolsos y volver a salir.

El primer lugar adonde fuimos es el Valle de los Xilópalos y una primera sorpresa: la zona en general no es considerada desierto sino más bien un "bosque seco tropical" -el marketing y su poder para que lo normal se vea interesante-. Esta larga caminata terminaría siendo la primera gran prueba para la rodilla, que la superó sin problemas.


El siguiente destino fue el Desierto Gris, zona geográfica cuyo atractivo turístico es su parecido a un paisaje lunar (ssshhhhh, nuestro Valle de la Luna es mucho más parecido). Lo más impactante del recorrido fue El Valle de los Fantasmas, con diferentes formas esculpidas por la naturaleza y los siglos que invitan a tener un momento divertido en el medio del camino.
 
El calor del día era sofocante y la abundancia de sol que te llegaba por los 360 grados generaba más calor. En el medio del desierto construyeron una piscina natural que aunque parece un oasis, rompe con la armonía del lugar y el mismo agua va deteriorando las formaciones de arena. Buena la pausa, mal con la ecología; para pensarlo.


DOMINGO: Fuimos a una zona que queda a muy pocos metros del Desierto Gris: Cuzco Rojo. Manejaba otro color pero mantenía la misma belleza, con gigantes torres que formaban un laberinto imaginario que parecía lava fundida luego de la explosión de un mini volcán. Los senderos de arena que por momentos eran gigantes y por momentos apenas cabía una persona, te invitaban a seguir caminando por este paisaje salido de otro mundo. 


Recorriendo lugares en el municipio de Villavieja la tarde estuvo mucho más cargada. Primero con las visitas al Museo Paleontológico y al Museo Artesanal Casa del Totumo y luego sumergiéndome en una "piscilodo" -pensaba salir rejuvenecido y solo logré barro en lugares que no voy a nombrar-. Luego de la cena tuvimos una charla con un astrónomo local, que nos contó las ventajas del lugar para la observación astronómica; broche ideal para este viaje y para estos primeros 5 años en Colombia.






No hay comentarios:

Publicar un comentario