lunes, 12 de marzo de 2018

Semana 231: Vaginas portátiles, el último grito de la moda...

LUNES: Fui a Urgencias (como se conoce en Colombia a lo que sería nuestra Guardia en un hospital argento). Una vez más y esta vez como un testigo privilegiado, pude comprobar lo lamentable que es el sistema de salud en esta tierra. Hay de todo para elegir: desde mal trato a los pacientes por parte de quienes los deberían contener, hasta indiferencia hacia estos que por horas y horas esperan ser atendidos.

Y dentro de las mil historias que te pueden pasar, me tocó una insólita: los enfermos llegan con alguien porque no pueden con su vida y no dejan ingresar a los acompañantes, no hay lugar disponible para esperar afuera y hoy, una lluvia nos bañó la paciencia por un largo rato. Este país es hermoso por donde lo mires; pero estas cosas le dejan una mancha que molesta.

Según la necesidad podrían ser colitas para el pelo
o vaginas portátiles para solucionar antojos de último momento

MARTES: Aunque ya todos conocen mi performance en horas de la mañana, no entiendo por qué insisten en poner reuniones tan temprano. Ni bien llego a la oficina a las 7 AM todavía no soy persona; aunque trato y lo intento, me baño y me lavo los dientes, ni de una u otra manera logro hacer que las neuronas se conecten y empiecen a funcionar a esas horas de la madrugada.   

Ya con el motor funcionando a pleno, el resto del día estuvo cargado de laburo. A mi equipo le falta gente y le sobra trabajo acumulado; como muestra el listado de pendientes, que se reproduce a la velocidad de un vital y joven conejo.

 Todavía no pude descubrir si de chiquito
 quiso tener un castillo o un zoológico...

MIÉRCOLES: Es día de partido y pasa lo de siempre: todos tienen la cabeza puesta en terminar rápido e irse para el estadio, en algunos casos para seguir allá la jornada laboral. El tema es cuando creías que tenías la mañana medianamente tranquila y te meten un laburo nada más ni nada menos que para el presidente del club.

En este tipo de casos generalmente te meten un horario límite (2 PM, por ejemplo); eso no significa que ese es tu deadhline, ese es el horario que TIENE que estar listo el pedido para entregarlo a tiempo. Para llegar con todo amigo mío, lo mejor es cancelar el almuerzo y pedir algo para comer en el escritorio. ¿Que cómo termina la historia? La agenda del destinatario hizo imposible su presencia, se mandó por mail y a otra cosa mariposa...

Hubo tiempo para llegar al estadio y dar un paseo por el vestuario

JUEVES: El año pasado estuve metido en un proyecto con un proveedor y apostaba a que iba a ser un éxito. En un momento desapareció y no supe nada más de él. Reapareció la semana pasada pidiendo una reunión y la tuvimos hoy, mostró la evolución del proyecto y si antes me gustaba, ahora quedé más manija que nunca; necesito terminarlo y que esté en la calle.   

Hace un tiempo regalé una limpieza facial y la mejor manera de demostrarle a la destinataria cuánto me importa fue compartiendo el momento con ella. Sí, mi cara pasó por rejuvenecimiento, microdermoabrasión, magnetoterapia, endermología, porcenalización, alta hidratación, velos de contornos de ojos... Entré como el de la izquierda y salí como el de la derecha:

Así era ayer y así soy hoy. Raro no?

VIERNES: Necesitaba solucionar cuanto antes dos trámites fundamentales para el futuro de mi casa: ir a cobrar las cesantías (ya expliqué qué son y para qué sirven en el post de la semana pasada) y depositar dinero para las próximas dos cuotas del crédito hipotecario. Resolví todo a tiempo y eso me puso feliz, tranquilidad total...

Tranquilidad que se fue cuando volví al laburo, estos trámites se tomaron dos horas más de lo previsto y al ser viernes, tenía que solucionar urgente algunos temas puntuales: me aprobaron dos vallas gigantes que tienen que estar impresas e instaladas el próximo lunes, y tenía que buscar un proveedor que invente un cosito que vi mil veces y no sé el nombre. Por suerte google todo lo sabe y logré solucionarlo. 

Una frase nunca dicha...


SÁBADO: Salir a cenar es un lindo hobbie que me gusta disfrutar cada vez que puedo; en lo posible cada fin de semana luego de cobrar el sueldo. Después de eso, manejar el dinero que queda es como jugar al TEG, estudiando cada paso y tratando de mantenerme a flote hasta el próximo depósito de efectivo fresco. 

Hoy el estómago eligió una mejor opción, que tenía olvidada desde hacía mucho pero que disfruto más que la anterior: un sábado de cocina en casa. Buena compañía, vino tinto y comida casera son tres variables que bien entrelazadas pueden dar el mejor de los planes. Ah, la lasaña quedó espectacular.


DOMINGO: Desde que me fui de Argentina hace más de 4 años y medio, mantengo la línea de celular de toda al vida. Ya son más de 10 años con el mismo número y a esta altura, me da paja darlo de baja. Pasé por varios planes hasta que movistar, en su linda costumbre de bajarse los pantalones con tal de retenerte, me puso en un plan que genera costo sólo si usás el teléfono o los datos. 

Hace un par de semanas que vengo teniendo una persecución telefónica que no me deja tranquilo ni un segundo. Y cuando digo ni un segundo es literal, serán de un Call Center argento intentando venderme algo que no necesito (y mucho menos viviendo en Colombia). Mientras tanto me divierto cortándole y volviendo loco a esta gente, porque ellos ya me vuelven loco varias veces por día.  




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