MARTES: Volvía de almorzar y camino al laburo me tocó ser testigo de algo increíble: anoche mataron a uno de la barra de Nacional y la caravana fúnebre que lo transportaba pasó por la sede administrativa, pararon en medio de la autopista y con todo el tráfico esperando, se quedaron varios minutos tocando bocina y despidiendo a su compañero. Del verde hasta la muerte, más literal que nunca...
MIÉRCOLES: En posteos anteriores conté lo que fue tratar de renovar la Priority Pass. Como ya no tengo el sueldo interplanetario que tenía en Bogotá, el banco me consoló con otra tarjeta menos glamorosa, pero a la que voy a sacarle más jugo: mientras que con una solo puedo esperar más cómodo en los aeropuertos, con la otra puedo juntar más millas y viajar gratis.
Entre trámite y espera, se tardaron un mes en entregarla, pero llegó y no duró ni 5 minutos con vida. Llamé para activarla y me dijeron unas reglas que no cumplían con lo que le había pedido a la asesora. Conclusión: la chica del banco me recomendó darla de baja y solicitar una nueva, contradiciendo a su compañera porque según ella "sólo se preocupan por generar una venta". Ante todo la sinceridad y el buen compañerismo...
Gracias a eso recibimos la invitación al aniversario de uno de los mejores restaurantes de Medellín, que quiso celebrar su primer año de vida con clientes, proveedores, medios y amigos. Un aguacero amenazó con complicar los planes pero la lluvia pasó para decir feliz cumpleaños y seguir su camino. No nos íbamos a perder este evento así que ahí estuvimos, cortando la semana y comiendo cosas ricas.
VIERNES: Tuve reunión con proveedores por un proyecto que pronto verá la luz. Son dos viejitos periodistas que ya vinieron en otra oportunidad y hablan de una manera tan divertida que me quedaría horas escuchándolos. Es más, me encantaría tenerlos de abuelos hablando en una sobremesa de domingo... Luego de un asado... En el quincho de mi casa en Argentina (si voy a pedir, pido a lo grande).
A la tarde éramos 12 giles laburando, más de la mitad de la sede administrativa tuvo capacitación por fuera de la oficina. Le preguntaron al Gerente de RRHH si podíamos tomarnos la tarde libre y en un esfuerzo de producción nos autorizó a salir una hora antes. Esto que parecería una buena idea dejó de serlo porque me faltaban mil cosas por terminar. A veces Dios es injusto, mi amigo no podría explicarlo mejor...
SÁBADO: Con lagañas todavía en los ojos y aún sin recordar mi nombre completo, recibí un incómodo llamado a las 8 AM. Era de Claro y querían ofrecerme un upgrade en el servicio de TV. La chica inició la charla con una frase mecánica que ni pensó, dejando en evidencia el poco interés en tienen en hablar con la gente: "¿Cómo ha estado en el día de hoy?".
Si ella no pensaba cuando hablaba, yo recién despierto pensaba menos. Aún así mi respuesta fue automática: "Y... Son las 8 de la mañana... Qué te puedo decir...". Se ve que en ese momento sus dos neuronas reaccionaron porque me dio una respuesta del manual del Servicio al Cliente, pero de lo que no se debe decir. Entre sorprendida y enojada me dijo "Bueno tranquilo...", para iniciar con su muy bien aprendido verso vendedor.
Cafeshito en el país del mejor café del mundo |
DOMINGO: Este año tuve 3 eventos importantes en los que tenía que asistir sí o sí con traje: los 70 años de Atlético Nacional en abril (me lo prestó un amigo) y 2 casamientos a los que no pude ir porque mis bolsillos hicieron muy mal su trabajo y no tuve disponibilidad de dinero. Ni en ese momento ni actualmente.
Con la decisión tomada de traerme el traje en mi próximo viaje -tiene más sentido tenerlo acá que allá guardado-, recibo la invitación para un nuevo casamiento que será en diciembre. Con el traje ya en Colombia y conociendo mis antecedentes, seguramente los eventos que tendré en 2018 serán todos en Argentina...
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