martes, 21 de febrero de 2017

Semana 181: Descansaré cuando me muera?

LUNES: Estamos organizando los preparativos para el festejo de los 70 años del club. Lo principal de cualquier fiesta es tener dónde hacerla y ya empezaron los problemas: el lugar que queremos todos ya está reservado, el otro lugar ideal es caro y no queremos que sea el salón de un hotel. Hoy estamos a 2 meses del evento y todavía no sabemos donde festejarlo.

La expectativa de la semana pasada, hoy son bolsas de realidad

MARTES: Luego de dos semanas intensas de laburo, con días que se convirtieron en noches y madrugadas que amanecieron trabajando, esta es una misteriosa semana relajada. De todos modos, todo puede cambiar en cuestión de segundos con un viaje al estadio de último momento, una subida hasta el entrenamiento o un pedido de ya para ya.

Como conté la semana pasada, un amigo me ofreció un trabajo freelance para un cliente muy conocido por ambos. La propuesta se presenta el próximo jueves y no hay mucho tiempo disponible, llegué del laburo y me puse con eso, adelantando bastante en casa.

Metro de Medellín

MIÉRCOLESTemprano tuvimos una reunión con la gente encargada del show principal en el evento de los 70 años del club. Otra vez me tocó escuchar los 70 años de historia de Nacional y digamos que ya empecé a reconocer muchos momentos, incluso hasta metí bocadillos en el relato y todo.

El proyecto paralelo se presenta mañana y hoy sí o sí tenemos que terminar la propuesta. Con mi amigo estuvimos dándole hasta la 1 de la mañana, momento donde los párpados y mi notebook dijeron basta; ambos no dejaron de fallar y hasta me tocó rehacer el PPT varias veces, perdiendo tiempo y sobre todo paciencia.

Estos dos están loquitos...

JUEVES: Si había algo que tenía fuera de los planes, era que me llamara mi amigo con el que trabajé anoche con un problema en la propuesta. El archivo que chequeamos una y mil veces estaba dañado; por esas cosas inexplicables de la tecnología, tuve que sacrificar el almuerzo y enviarla nuevamente antes de la reunión de las 3 de la tarde.

A pesar de la trasnochada de ayer, hoy tuve otra pero con gustito casero. Un amigo argentino organizó juntada con otros argentinos que viven en Medellín. Con tonada familiar y Fernet, otra vez me fui a la 1 de la mañana, pero con las baterías recargadas de "che boludo".

Visitamos 2 locaciones para la fiesta: un teatro y un salón.
Un piso 18 con vista privilegiada

VIERNES: Fui adonde entrena el equipo a terminar de una vez por todas ese 10% que faltaba de la decoración. Pensaba que me liberaba al mediodía pero otra vez la tranquilidad paisa hizo que me quede todo el día. Y cuando digo todo el día es todo, llegamos cerca de las 9 AM y me fui a las 6 de la tarde debajo de un aguacero.

El mejor 5 de Boca y el mejor 10 de la selección

SÁBADO: Hacía mucho tiempo que no iba al gimnasio un sábado por la mañana. Bastante cansado por las trasnochadas pero con intensiones de seguir dándole, estuve atendiendo en el restaurante durante todo el día. Bastante cansado por las trasnochadas pero con intensiones de seguir dándole, salimos a cenar una picada con vino tinto.

Bastante cansado por las trasnochadas pero con intensiones de seguir dándole, terminamos en un boliche de música electrónica, saltando y bailando al ritmo repetitivo e hipnotizador del tum-tum. Pasan los años y mi lema sigue siendo descansaré cuando me muera.


DOMINGO: Los domingos inevitablemente son declarados días de descanso. Y mucho más si venimos de una semana como ésta; para qué mentirse, la actitud de pendejo de ayer se contradice con la realidad del cuerpo, que pasa factura sin pedir permiso.

La salida de la casa solo se dio para hacer una compra que venía programando desde hace bastante, ahora las niñas verdes tendrán una escalera que no sirve para otra cosa más que para reposar, tomar agua y descansar produciendo su clorofila.


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