domingo, 12 de junio de 2016

Semana 149: Legalmente legal (1ra parte)

LUNES: Un feriado que, a pesar de haberse parecido bastante a los últimos días de las últimas semanas, se disfrutó de principio a fín. Entre las tantas boludeces que hice para ocupar el día, me encontré con un documental de la mejor banda de rock del mundo (es mi blog y puedo decirlo) sobre la creación de su gira anterior U2360 Tour.


Cerré el día de la mejor manera, viendo el comienzo de la Copa América. Ahora sí arrancó esta mentira llamada Copa Centenario, en tierras que nada tienen que ver con el fútbol. Por suerte nuestra selección nos regaló la alegría del triunfo y si todo sigue igual, vamos a tener muchos festejos más. ¡Vamos Argentina!


MARTES: Esto se está empezando a transformar en la rutina que no quería: por la tarde tenía una reunión de laburo que fue programada con varios días de anticipación. Dejé libre la tarde, la esperé, me preparé mentalmente, para asegurarme la reconfirmé temprano y la cancelaron. Me dió una gracia...

Lo mejor que me pudo pasar hoy fue tener una charla vía Skype con una de las personas que más extraño y necesito de Argentina. Para un momento anímico como el que estoy pasando, es fundamental sentir el apoyo y el cariño de los amigos y ella es una muy especial. Nos despedimos como siempre: con una sonrisa y con la promesa de vernos en mi próximo viaje.  


MIÉRCOLES: Mañana viajo a Bogotá para buscar mi nueva Visa y hoy me tocó buscar adónde alojarme. Algún amigo que me haya quedado en esas tierras tenía que hacerme un pequeño espacio. Por suerte conseguí que me hospeden, que me vayan a buscar al aeropuerto y hasta que me lleven adonde se hace el trámite. Definitivamente, es preferible tener amigos que plata.

Finalmente por la tarde tuvimos la reunión de trabajo que ayer se había suspendido. Fue productiva, ya estamos calentando motores; cada uno se fue con tareas y vamos a ir paso a paso... Creo que la vida se explica mejor usando dos cosas: o frases hechas o escenas de Los Simpsons.

La promo que Campos de Paz no se anima a hacer: traela a ella
en mayo y obtené un 2x1 en junio por el día del padre.


JUEVES: El reloj sonó puntualmente a las 4:45 y ya sabía que el día iba a ser largo y cansador, pero muy divertido también. Aunque ya tenga muchos viajes de avión encima (nacionales e internacionales), los protocolos que tienen los aeropuertos me siguen entusiasmando; y si hablamos del despegue/aterrizaje, lo sigo considerando orgásmico.

Pensaba perder toda la mañana dejando mi tiempo en manos de la burocracia, pero me sorprendí terminando el trámite y saliendo a la media hora de haber llegado. Lo que temía terminó siendo verdad: te obligan a viajar hasta Bogotá solo para imprimirte la Visa y pegártela en el pasaporte. Un capricho demasiado costoso, que deberían repensar a futuro.

Sisisi, y me dieron la Visa con esa cara...

Aunque siempre caótica, me encontré con una Bogotá linda y cambiada. Luego de tanto tiempo que no la visitaba, aproveché para pasear por los antiguos lugares que antes frecuentaba: el Parque de la 93, la zona rosa, la T y ya que estaba, anduve por mi ex barrio. Lo encontré más lindo que nunca...

A la izquerda mi antiguo depto, a la derecha el que no me dejaba dormir cuando lo construían.

Como trato de hacerlo en cada viaje, me volví a encontrar con los que antes eran mi equipo creativo y luego se convirtieron en mis amigos. Charlas, risas, confesiones, proyectos de viajes y mucha cerveza hasta que casi nos echaron del bar. Los voy a extrañar muchísimo y espero verlos pronto por Medellín. 


VIERNES: Al mediodía iba a almorzar con una amiga colombiana que largó todo y se fue a vivir a Argentina. Ironía pura: unos venimos, otros se van y el destino se ríe de todos nosotros. Mi viaje coincidió con sus vacaciones, pero un hecho desafortunado con el tránsito hizo que lamentablemente cancelemos los planes. Otra vez será... 

Llegué a Medellín cansado y con ganas de dormir, pero las obligaciones son las obligaciones y tenía que cumplir con mi palabra: un amigo me invitó a ver el partido de Argentina en su nuevo bar. Con la intensidad que me gusta a mí; entré a casa, me bañé, salí para el lugar, me tomé 3 Fernets, grité los 5 goles y me volví a casa, ahora sí para descansar y desconectarme del mundo hasta mañana.


SÁBADO: Luego de dos días sin estar en casa, tenía muchas tareas acumuladas por hacer; que fui distribuyendo en orden de importancia: Ir al gimnasio, lavar la ropa, limpiar la casa e ir al supermercado podrían ser tareas de la mujer moderna, pero en este caso me toca ser el protagonista. Perdón señores, todavía estoy muy lejos de descubrir la cura contra el cáncer...

Camión de 1 tonelada, sostenido por 6 maderitas.

DOMINGO: Un lugar que me gustó mucho la vez que lo conocí fue Plaza Pakita, un mercado de pueblo con pequeños restaurantes para comer, pero aggiornado con lo más moderno del diseño, el buen gusto y por supuesto, con precios bastante poco amigos de la economía.

La vez anterior mostré fotos del interior con los lugares puntuales que me habían sorprendido. Esta vez dejo dos postales con los detalles que diferencian a este sitio de otro, y la dedicación que le pusieron a algo poco "mirado": el techo. Puede gustar o no, pero la decoración demuestra que cuando se quiere hacer algo bien, hay que tener en cuenta todos los detalles. 





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