miércoles, 3 de diciembre de 2014

Semana 74: Hasta pronto, Argentina...

LUNES: Luego de la cena grupal de anoche con todos los que fuimos al casamiento en Corrientes, nos acostamos a dormir porque salíamos a las 4 AM; otras 9 horas de viaje quedaban por delante. Esta vez no generamos ninguna historia paralela, pero estuvo igual de divertido.

Cómo olvidarme del BarbiPreguntas (con su cortina musical y todo), del Meteoro Anile, del sostenedor oficial del GPS, del estamos entregados a ellas, perdimos nuestra intimidad, del burro con hipo y de miles de boludeces más que hicieron que 9 horas se transformen en tan solo un ratito. Beto, Barbi y Sole, los voy a extrañar muchísimo...


La tarde siguió en casa con la hermosa visita de mi hermano, cuñada y sobrinas. Se hizo la noche y la última cena con los viejos fue inminente. Cerré de la mejor manera, disfrutando los últimos mates con mis amigos. Ya tenía las horas contadas en Argentina, mañana nuevamente en Medellín.

Groso: muchísimas gracias por todo!

MARTES: 7 AM arriba para salir a las 8, llegar a Ezeiza a las 9, despachar la valija y esperar la salida del avión a las 11:30 hs; con ese ritmo viví mi estadía en Argentina. Me hubiese encantado estar más días y ver a muchísima más gente. La revancha será para las fiestas...

Como siempre pasa, último día y tenés un cielo de puta madre
Volando entre nubes

Obviamente al igual que en la ida, la escala fue en Panamá. Fue muy loco porque bajé del avión y cuando llegué al hall central, faltaban solo 10 personas para subir al avión que salía para Medellín. Debo admitirlo, en ese momento se me subieron un poco los huevitos a la garganta...

Y así me despidió Panamá

En el viaje me hice amigo de una señora paisa de mínimo mínimo 50 años (lamentablemente debo reconocer que ese es mi target, con las edades que quiero no pego una pero en esas edades no fallo). En 50 min. de viaje no paró de hablar y me contó de todo, que había vivido 23 años en Orlando, que se había separado hace poco, que quería cambiar su vida y que había decidido retornar a su tierra, dejando su otra vida atrás. Hasta me pidió trabajo para dos conocidos de ella... Una capa la vieja. 

Un autorregalito del free shop. Bueno, 5...

MIÉRCOLES: 7 AM arriba para ir a laburar, hola de nuevo rutina! Anoche me acosté a las 12 de la noche y hoy era un trapo viejo, no servía para nada. Estaba hecho mierda y me dolía el cuerpo como si hubiese tenido crossfit por 3 horas y hubiese jugado al fútbol para rematarla. 

Cuando hablamos de rutina, también
incluye comida de mierda del delivey

Por suerte el día estuvo tranquilo, metiéndome a full de nuevo con los laburos pendientes y poniéndome al día con los que dejé atrás cuando me fui. Lo mejor vino en horas de la tarde, los practicantes me sobornaron porque tenía que hacer los informes para la universidad sobre su trabajo hasta ahora. Estos chicos me conocen mejor que nadie...


JUEVES: Como para que la vuelta al trabajo no sea tan brusca, el destino quiso que tenga otro día relajado. No es que hubo "raskin the balls" todo el día, sino que no fue tan intenso como otras veces. Esto hizo que pueda irme a casa medianamente a horario, para llegar a tiempo y ver el partido de Boca.

La situación que se panteaba era muy particular: Nacional (mi equipo acá) clasificó para la final de la Sudamericana y si Boca ganaba, tenía la final entre ambos el próximo miércoles. Boquita acá, o sea... Lamentablemente el destino le regaló el triunfo al otro equipo y esto no va a poder pasar. Ahora sí, los cañones le apuntan al verde y absolutamente todos queremos que el verde gane:   


VIERNES: El partido de ayer tuvo sus repercusiones en la agencia. Todos aseguraban que Boca ganaba y hoy, con cada persona que me cruzaba la pregunta era la misma: "qué pasó?". Como cuando te peleaste con tu novia y todo el mundo te pregunta "cómo estás". Evitemos el mal momento, gente...

Hoy tuvimos trabajo de campo y con un grupo de creativos y cuentas fuimos a La Mayorista, una especie de Mercado Central de Medellín. No esperaba encontrar nada fuera de lo común, más que mercadería envuelta en grandes paquetes (quería evitar el "bulto"). El detalle que me llamó la atención fue el más obvio: los precios, demasiado baratos para lo que suelo pagar habitualmente.

Una rareza para mí: una mini sandia

SÁBADO: Anoche salí con amigos que me hicieron vivir una tradición paisa: la ruta del shot. Básicamente y como para explicarlo de manera simple, es una serie de bares para tomar shots de variados tragos en su interior. Y lo que ayer eran risas y diversión, hoy lo pagó mi cuerpo; me desperté hecho mierda!

Cuando me pude recomponer un poco, fui a dar unas vueltas al Centro Comercial El Tesoro, uno de los más grandes y caretas de Medellín. Ya se está viviendo a pleno la Navidad, generando 4 plazas de juegos para chicos con distintas temáticas. 

 
Llegó el momento de cortarme de pelo, lo dejé crecer bastante y la situación ya se estaba haciendo insostenible. El excesivo largo hizo que ya tenga vida propia, haciendo lo que él quería sin importarle mis órdenes. Fui a la peluquería que ya adopté como propia (de un argentino que vivió en Miami), muy buen lugar:

Me invitó a tocarla cuando quiera. Ya te voy a agarrar!

DOMINGO: Iba a hacer de todo y terminé haciendo nada; tampoco me desesperé, es domingo y hay fútbol en la televisión. Primero el clásico italiano Juventus-Torino, seguí con Barcelona-Valencia y luego de estos dos tanques, terminé con el humilde Boca-Lanús.

Ese nombre para una empresa no me da ninguna confianza

A la noche me invitaron a un evento que según me dijeron, es una tradición en Medellín: la alborada. Preguntás en qué consiste y la respuesta unánime es: el 30 de noviembre a las 12 de la noche, toda la ciudad "festeja" la llegada de diciembre (mes de las fiestas) tirando miles de fuegos artificiales al aire.

Pero cuando averiguás mejor te enterás que arrancó con un origen muy oscuro, relacionado a la llegada del cumpleaños de Pablo Escobar (1ro de diciembre), donde los narcos lo festejaban tirando pólvora al aire. Esto es suficiente para que tenga sus detractores, pero quizás el motivo más actual y representativo es que los animales sufren excesivamente los ruidos de miles y miles de bombas explotando a la vez.

Lo que no se puede negar es que el tiempo lo transformó en algo colorido para la ciudad, que al estar situada en un valle, te obliga a ir a las zonas altas para ver mejor el espectáculo visual y auditivo, con miles de personas en los miradores y la excusa perfecta para juntarse con amigos.  



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