lunes, 27 de noviembre de 2017

Semana 220: Así no se puede...

LUNES: Luego de la odisea vivida la semana pasada, en la que mi mayor logro fue hacer que alguien cumpla con su palabra; se viene un nuevo y desgastante ida y vuelta que llenará las páginas de este diario virtual: el servicio de internet. Supuestamente venían hoy al mediodía y me quedé esperándolos una hora y media. Todo comienza otra vez...

Mi plan es recuperar la rodilla en lo que queda del año para volver a jugar al fútbol los lunes de 2018. Por lo menos hasta que el cuerpo lo permita y tenga la próxima lesión. Por eso, hoy fue la primera de las 10 sesiones de fortalecimiento para llegar a tiempo antes de que me vaya para Argentina. Uno hace cualquier cosa por amor (a la redonda).

¡Hola nueva rutina!

MARTES: Dentro de poco se cumple el primer aniversario de un hecho lamentable que marcó la historia de Nacional. Desde hace 2 meses venimos trabajando en este evento y la fecha se acerca, por eso nos tocó viajar hasta un pueblo cercano para definir detalles. Además de descubrir un lugar que no tenía registrado en mi GPS, conocí el monumento más extraño del mundo:


Luego de retirarme con la duda de por qué le hicieron un monumento al tractor, fuimos a un lugar en el que entré con muchas incertidumbres y salí más que sorprendido: una base aérea de la Fuerza Aérea Colombiana. Uno pensaría que la gente de ahí es rígida y formal, pero pasé momentos muy divertidos. Sólo me faltó volar en helicóptero...
 

MIÉRCOLES: La estadía en mi nueva casa cambió en un 100%. Luego de fallarme el lunes y de venir el martes a conectar todo sin mi autorización, finalmente el proveedor del triple play convirtió mi casa en habitable. Es triste que Internet se haya convertido en un servicio casi de primera necesidad. Aunque me falta hacerle mil cosas más, no podía aguantar un día más desconectado del mundo.

¿Cómo llegó ese Fórmula 1 ahí arriba?

JUEVES: Laboralmente el día estuvo como me gusta a mí: movido. El martes próximo tenemos este evento y hay muchos temas por solucionar. El principal es la producción de una placa a la que todos los proveedores le dicen que no porque no llegan a terminarla. Y los que dicen sí, ven el negocio y duplican sus costos. Así no se puede...

A esa vorágine de trabajo, se le suman las facturas que llegan de a cientos. Por tener el final del mes ahí cerquita, los proveedores quieren cobrar por su trabajo y ahí es cuando mis tareas creativas tienen un giro de 180 grados, convirtiéndose en un jueves netamente administrativo.

Quisiera conocer la historia de la casa que se metió en la avenida...
O será la avenida que creció comiéndose casas?

VIERNES: La próxima semana arranca con un lunes y martes complicados; por eso, como dice la famosa frase la calma que antecede al huracán, hoy fue un viernes laboralmente tranquilo. Cuando el equipo juega de visitante no hay mucha cosa por hacer.

Todos los países tienen su producto estrella con el que son reconocidos a nivel mundial. A Colombia le pasa con el café, a nosotros con la carne, a Italia con las pastas, a Perú con el pisco y a Rusia con la ensalada rusa... (?). Pero lo que más me sorprende (aún más que el último ejemplo) es la variedad de productos que se comercializan acá a base de café. Hoy comí este dulce de leche y era una delicia:


SÁBADO: El nuevo depto tuvo su primera gran limpieza. El fin de semana anterior obligatoriamente fue para desarmar cajas y bolsas. Ya instalado y con cada cosa en su lugar, hoy le tocó el turno al balde, los limpiadores y desinfectantes. Pero esta felicidad durará poco, enfrente están construyendo la torre 4 y hasta que no terminen, seguiremos aguantando los polvos ajenos.


DOMINGO: Los domingos y feriados desde temprano en la mañana y hasta el mediodía, las principales avenidas se cierran para que la gente viva algo de vida al aire libre. Si la ciudad no tiene espacios verdes para ofrecerte, tenés kilómetros de alegres calles grises para correr, caminar, andar en bicicleta o pasear al perro. 

Desde principios de año tenía proyectado aprovechar las mañanas dominicales y sumarle un día más a mis deportes semanales; pero el ocio, el desayuno en la cama y los programas latinos carentes de contenido eran más fuertes. Ya con 2017 en la recta final, no quería que el año se termine sin concretarlo y la verdad, se sintió muy bien.



miércoles, 22 de noviembre de 2017

Semana 219: DUEÑO

LUNES: Otro lunes feriado del que desconozco los motivos de su no laboriosidad. De todos modos, le viene tan bien al estado general de mi maltratado cuerpo que se disfruta al máximo. Con tiempo de sobra y la mayoría de las cosas listas para la mudanza, pude terminar la última temporada de How to get away with murder, una de las series que lentamente está escalando en mi top 5.


MARTES: Fui a recibir el depto con las mismas expectativas de un chico el 24 a la noche, pero en ese mismo momento exploté de ira. Hace 9 meses compré el depto, hace 5 compré un horno, hace 2 recordé que lo instalen y la respuesta fue positiva, hace 1 mes volví a preguntar y todo bien, hace 2 semanas me brindaron tranquilidad con lo mío; hoy abro la puerta y todavía no estaba instalado.      

Pedí explicaciones y se pasaban la responsabilidad entre la constructora y el proveedor; y ante mis planteos, la respuesta de ambos era siempre la misma "usted tiene razón, señor...", lo cuál me hacía sentir más enojado. Si tengo razón, entonces solucionalo! Convertí algo tan simple como instalar un horno, en una cuestión de estado. De hecho cancelé la mudanza de mañana, mi ansiedad tendrá que esperar un día más. 

Oferta que aprovecharé, si alguna vez me mudo...

MIÉRCOLES: Al mediodía me llamó el proveedor que me vendió el horno con una solución insólita: en lugar de instalarlo ofrecía devolverme el dinero. What? Así arreglás los problemas? Te cruzaste con un cliente difícil… Luego de negarme y explicarle cómo se trata a un cliente, otra vez quedó en solucionar el problema; solución que estoy esperando desde ayer.

Para variar, la constructora me puso entre la espada y la pared: el problema se arreglaba únicamente si recibía el depto. O sea, tenía que firmar todo y volver a confiar en gente que me viene mintiendo hace 5 meses. Sin ganas de seguir peleando y con la única idea de mudarme cuanto antes; firmé lo que espero, sea el inicio de una nueva vida. El 2005 ahora sí es literalmente mío.

Se viene el piso 20

JUEVES: La empresa de mudanzas llegó 8 AM puntual para hacer su trabajo. Era mucho lo que había juntado en 14 años viviendo en distintos deptos alquilados en Buenos Aires, Bogotá y Medellín. En el camión cargaron bolsos con ilusiones, otros tantos con sueños, varias mochilas llenas de miedos y una caja gigante que decía desafíos.

 
Abrí la puerta y el horno aún seguía sin instalar, la felicidad era tan grande que no me importó. Durante todo el día recibí más gente que durante los 4 años anteriores: los del gas, los de la cerrajería, los ingenieros de la obra, los carpinteros, los que finalmente instalaron el horno… Por la noche me fui a dormir cansado pero feliz, con una imagen en la cabeza que a partir de hoy voy a repetir todos los días:


VIERNES: Tenía que dar de baja el servicio de internet, teléfono y cable de mi antiguo depto. El motivo es más que irónico: aún no hicieron el cableado en el nuevo edificio para ofrecer sus servicios. Así y todo, me pasearon por 4 personas que intentaron retenerme como sea, y a las que tuve que explicarles por qué quería cancelar el servicio. Luego de los 45 minutos que duró la llamada, me sentí más o menos así:


¿Cómo terminó una de las semanas más intensas de mi vida? De la misma manera, obvio. Me invitaron a la fiesta de fin de año de un aliado de Nacional y no lo dudé, necesitaba desconectarme de todas las tensiones que viví y de paso, tener un rato divertido con compañeros de laburo. 
 

SÁBADO: A las 7 de la mañana me llamaron de portería avisándome que venía el proveedor de internet, teléfono y cable. El madrugón fue en vano, era para el depto 2505. Más tarde me avisaron que venía un proveedor a instalar unos soportes que yo NO había pedido… Parece que en portería las cosas todavía no están del todo acomodadas.

Nacional jugaba con su clásico rival de ciudad y tenía ganas de verlo porque hacía mucho tiempo que no iba a la cancha. Pero si le faltaba un problema más a la semana, entre el quilombo de cajas y bolso sin desembalar, el carnet de ingreso al estadio no apareció por ningún lado. Cancelada la salida, salió una cena de inauguración que me sacó la sonrisa que necesitaba.


DOMINGO: Me sentí el ANSES de mi pequeño y nuevo mundo; ya con todo en su respectivo lugar, me tocó darle una merecida jubilación a las cajas y bolsas que tan bien hicieron su trabajo. Ahora sí, esto empieza a parecerse a una casa; solo falta salir de mi pobre situación económica actual para decorarla y darle mi toque personal.

Aislado del mundo exterior por falta de internet, telefonía y cable, y con un día gris que por momentos pasó del llueve mucho, a poquito y a casi nada; la salvación estuvo en la cama como la única vía de escape razonable. Y así termina una de las mejores semanas de mi vida; ahora y luego de 14 años alquilando puedo decirlo, SOY DUEÑO:


lunes, 13 de noviembre de 2017

Semana 218: "Así de injusta es la vida".

LUNES: Un feriado con sol caribeño se disfruta de una sola manera: en una buena pileta. Mi depto actual no tiene y el próximo la tendrá cuando terminen la última torre en noviembre de 2018. Ante este panorama para nada alentador, no me quedó otra que pedir prestada una pileta ajena y sobrellevar esta sequía que será bastante prolongada.

Por la noche y casi que terminando el día, tuve noticias de mi jefe desde Chile. Un corto mensaje y algunas fotos desde el escenario alcanzaron para contarme que todo salió perfecto. Quedó tan contento con la presentación que le hice que va a dejarla igual para su viaje a Perú; aunque conociendo al inconformista crónico que llevo dentro, seguramente le haré algunas mejoras mínimas.


MARTES: Volvió el meeting day! (decir meeting day tiene más onda que decir Día de Reuniones...). Justamente este viaje de mi jefe me sobrecargó el día de reuniones: en una mi presencia era simplemente por protocolo -ni siquiera llegué a decir una palabra-, en la otra llegué tarde y me fui antes de que termine y la última duró de 2 PM hasta el horario de salida. Por favor, no más...

Esta última fue la primera que tuvimos con nuestra nueva agencia de publicidad. Estar ahí me trasladó a mis 18 años de carrera publicitaria. Aunque muchas cosas se repiten, cada agencia es un mundo diferente a las demás; con su fauna, con sus costumbres, con sus "cosas locas". Pero aunque hoy esté en la vereda de enfrente, sigo portando las banderas de la creatividad; la única capaz de diferenciarnos en este mundo de todo tan igual a todo.


MIÉRCOLES: Mañana filmamos un video que se pasará en el lanzamiento de un nuevo producto oficial. Por eso viajé hasta donde entrena el equipo para tener una reunión con el cuerpo técnico y definir todos los detalles con la marca aliada. Que todos sepan lo que vamos a hacer nos hace aprovechar mejor el tiempo y ahorrarnos cualquier dolor de cabeza. Planificación, que le dicen...

El único y gran problema es el horario que arranca la jornada, antes de las 7 AM tenemos que estar con todo listo. Quedamos en encontrarnos faltando 15 minutos para las 6 de la mañana porque el viaje es de una hora. Traducido a mi español significa: poner el despertador a las 4:30 AM. Podría hacerme el boludo y no ir -como hacen muchos-, o aparecer cuando todo esté listo... Pero no me sale ser así de mediocre, no puedo, algo adentro mío no me lo permite.

En Medellín pasan cosas inexplicables...

JUEVES: Despertarse 4 y media de la mañana para ir a trabajar??? Y bue, a veces toca (por suerte son muy pocas). Sin ser Nostradamus y mucho menos nuestro mismísimo Parravicini, se cumplió la profecía más obvia de todas; la gente de la marca aliada con la que quedé en encontrarme a las 5:45 AM cayó 20 minutos tarde. Y como siempre, con la mejor cara de "acá no ha pasado nada".

No sé si me resigné o estaba muy dormido pero no me enojé, entiendo que esta es una batalla perdida contra toda una cultura... Por suerte ese fue en único inconveniente que tuvo la jornada de filmación. Todo salió mejor de lo que esperábamos; la predisposición de todos fue la mejor, el video salió perfecto y se hicieron miles de tomas de apoyo que no serán usadas nunca porque el corte final del video dura apenas 1 minuto. Así de injusta es la vida.


VIERNES: Una típica salida a almorzar con compañeros de trabajo, se convirtió en algo que no me esperaba. Luego de una hamburguesa gigante que derrochaba hermosura, de postre propusieron ir al casino. Como un sapo de otro pozo, mi actitud fue la de siempre: mirar a la gente y no entender el poco amor que le tienen al dinero.

Pedí cotización para decorar las tiendas de productos oficiales. Los 3 proveedores tenían iguales condiciones -mismo presupuesto para todos, gana la mejor propuesta estética-, pero uno de ellos no entendió y me la mandó escrita: Decoración inspirada en la antártida, ambientada con plotters de nieve. icebergs suspendidos del techo en diferentes tamaños. Mi cabeza me llevó inevitablemente a...


SÁBADO: Anticipándome a la mudanza que se viene la semana próxima, empecé otra vez con el ritual de juntar cajas en los negocios por los que paso. Aunque estaba descuidando uno de los lugares donde más cajas veo: mi trabajo. Rápido de reflejos, ayer me traje dos que estaban a punto de ser enviadas a reciclar... Les salvé la vida, les di una nueva chance de volver a trabajar. 

Por la noche tuve juntada hiper-mega-archi argentina, uno de los pibes del grupo cumplió años y lo festejó con todo. No faltó el Fernet, las empanadas y el rock nacional sonando de fondo. Viendo que todo era muy sudamericano, hice un aporte que es una costumbre típica de todos los paisas: llevé aguardiente y me puse a repartirlo entre todos. Inentendible lo mio...


DOMINGO: La gente buena onda de anoche logró lo que hacía mucho tiempo no pasaba: que vuelva a acostarme tarde. Entre las mil historias que se escucharon y los litros de alcohol que no se tomaron, había uno en particular que me llamó la atención: un gin hecho a base de yerba mate. Aclaro: no se toma caliente y mucho menos con bombilla; acá dejo una foto de la etiqueta por si alguno quiere pasar por la experiencia:



lunes, 6 de noviembre de 2017

Semana 217: "Si hay algo que nunca tuve es vergüenza".

LUNES: Esta nueva semana empieza con noticias viejas, las mismas con las que terminé el post anterior. Hoy es el último día que tenemos para terminar con los trabajos de reacondicionamiento en el vestuario del estadio, mañana hay partido y tenemos que dejar todo listo. Sinceramente y comparándolo con lo que había antes, quedó una maravilla.


MARTES: Luego de un mes sin jugar de local, llegó el día del partido y la inauguración del vestuario fue una fiesta. El resultado del trabajo de viernes, sábado y lunes finalmente vio la luz y por las reacciones de los compañeros primero y del cuerpo técnico y médico después, todos estaban más que conformes con los cambios.

La fecha coincidía con Halloween, en Colombia es una celebración que se festeja sin importar el género ni la edad; seas grande o chico, hombre o mujer, el objetivo es disfrazarse y divertirse en grupo. Aunque reacio, la insistencia general le ganó a mi postura cultural anti-yanqui y me rendí ante el pedido de todos. Total, si hay algo que nunca tuve es vergüenza.


MIÉRCOLES: Sobre un folleto que estoy haciendo hace varios días, recibí un mail increíble: "que las imágenes no sean más llamativas que el texto.  Algunas son más visibles que el contenido y dificultan la lectura. Recuerda que el objetivo no son las imágenes, sino el contenido que queremos transmitir". Traduzco: no quiero imágenes lindas que levanten el nivel del folleto. Si es texto es aburrido, las imágenes tienen que seguir la misma línea.

El festejo de Halloween fue más grave de lo que creía, hoy fue el concurso entre los empleados de la sede administrativa y otra vez tuve que aflojar ante los pedidos. El disfraz colectivo fue un éxito, las luces navideñas iluminaban todas con sus colores vivos y llamativos salvo una; la quemada, la que vino fallada, la que aparece de color negro. No hace falta aclarar quién era...


JUEVES: Las bondades de las redes sociales hacen que todo el tiempo, todo el mundo publique todo. En caso de que te pierdas algo que te interese en las toneladas de información (y tiempo) que desaparece por ahí, existen amistades que nos quieren cerca de nuestra querida tierra y nos actualizan con lo que vale la pena saber.

Gracias al mensaje de una muy buena amiga de Argentina recibí una noticia que no esperaba. Luego de haber sido vecino del Konex y de haberlos visto tantas veces con su clásico lunes de turistas y talones sucios, el sábado volveré a ver a La Bomba de Tiempo pero esta vez en Medellín. Feliz por volver a vivir una de todas las alegrías que el piso 17 de Jean Jaures 367 me dio.  


VIERNES: Luego de varios llamados telefónicos que no llegaban a ningún lado, decidí ir a la constructora para definir la fecha para la entrega del depto. La ansiedad me está comiendo la cabeza y no quiero pagar más alquiler. Por eso, como dice el dicho el que no llora no mama, me volví con fecha "tentativa" para la mudanza. Será pronto, muy pronto. 

El día labural estuvo cargado y sin descanso. A las reuniones propias y ajenas, se le sumó que tuve que arreglar un PPT para una exposición de mi jefe en Chile. Era algo que ya había terminado hace bastante tiempo y no me explico el por qué, hoy me encuentro con que tengo que darle algunos toques finales extra. Otro viernes que no me voy a horario.    

Cuando vas a la casa de un niño y no querés devolverle sus juguetes 

SÁBADO: Más de 5 años sin verlos tocar en vivo, otro tanto sin saber nada de ellos. Un mensaje me alertó y acá estoy, haciéndoles el aguante a La Bomba de Tiempo. Me llenó de orgullo verlos tocando en uno de los teatros más importantes de la ciudad, el respeto que generaron antes de tocar y mucho más al final, cuando los aplausos se multiplicaron por mil luego de la última canción. Lo que la realidad actual nunca puede, es el arte el que nos sigue salvando como país.


DOMINGO: Y si el arte es el que nos salva, el fútbol es el que nos da fama en el exterior. Esta vez es un nuevo Superclásico y sin importar el resultado final, lo que verdaderamente disfruté es esta ceremonia de juntarse con amigos -todos argentinos- y verlo en un restaurante argentino tomando cerveza y comiendo pizzas y empanadas hechas con nuestra receta. Benditas sean las costumbres que nos representan y de las que nunca me voy a olvidar/arrepentir!