Por suerte el tráfico de laburos proyecta una muy tranquila y manejable semana laboral; ya quedaron atrás las propuestas, licitaciones y viajes a Bogotá de la semana anterior. Así son los inentendibles ritmos de la publicidad, donde hay semanas donde se declara la 3ra guerra y semanas donde se firma la paz mundial.
Chau lunes |
MARTES: Día en el que estuve particularmente fastidioso. No fue la mala onda que llevo siempre a todos lados; esta fue diferente. No había motivos puntuales... O sí, pero son tantos que debería escribir la versión negativa del blog, como para que la catarsis sea un poco más fuerte.
Recién pude salir adelante terminando el día, y la mejor manera de sacarme la mierda de encima fue cocinando algo rico. Es ideal cuando los mimos son para el estómago, y él te demuestra todo lo que te quiere pidiéndote más y más... Un momento mágico.
Llegaron las tarjetas nuevas |
MIÉRCOLES: El día arrancó tempranísimo con una charla abierta en una universidad, sobre las ventajas de participar en un festival X que premia la efectividad de las campañas. El detalle es que la inscripción de cada proyecto cuesta u$s300 y en más de un momento, sentí que nos estaban "obligando" a participar del festival. Muy legal todo...
Por la tarde tuve reunión con el cliente que me regaló el reloj (ver el domingo del post de la semana anterior). Como agradecimiento, le dije que podía contar conmigo para lo que necesite pero al segundo posterior me arrepentí; creo que eso me va a jugar en contra.
El peor arranque de año; vamos que se puede Carlitos! |
JUEVES: Hoy me desperté como si fuese viernes, tenía el cuerpo como si lo hubiesen cagado a trompadas entre cuatro. Era dolor pero de placer, el gimnasio de anoche estuvo heavy. Por este temita, llegué tarde a la agencia con una capacitación ya empezada. Y me quedé afuera...
Ayer le dije algo a un cliente y conté que eso iba a jugarme en contra. Ni 24 hs pasaron para que lo confirme: me pidió de urgencia diseñar algunas piezas de hoy para mañana, porque el lunes tiene que presentarlas en una reunión con un socio, y sí o sí tiene que llevar algo. Ese "algo" resume la importancia que le dan a nuestro trabajo.
Uchuvas, fruta que no vas a ver en Argentina; ricas y muy dulces |
VIERNES: Otra semana que se va y particularmente este día, se despidió movido, cargado, caluroso y movilizado. Disfruto cuando le paso el resaltador a la lista de trabajos entregados, y llego al viernes con cero pendientes. Eso no es ser efectivo, eso es llegar "para que no me rompan las pelotas".
Hacía mucho que no iba al cine y volví con una película muy especial: El Abrazo de la Serpiente. Me sorprendí desde el principio, viendo que tenía el apoyo del INCAA, y luego de ver la producción y dirección de arte, entendí por qué es la primera película colombiana nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera. Si por casualidad se la cruzan, no duden en ver cómo los españoles nos cagaron la vida.
SÁBADO: Me tocó trabajar en casa, estoy metido en un proyecto personal que recién está arrancando y aunque le falta mucho para concretarse, se le está poniendo entusiasmo y ganas. No sé cómo ni cuándo saldrá, pero es el inicio de un lindo hijito.
Luego de estar ocupado todo el día, tenía que terminarlo dándome un mimo al alma. Por eso fui a cenar a Malevo, uno de los restaurantes argentinos más lindos que tiene Medellín. El ambiente es cálido y sobre todo, la comida es riquísima. Esta noche tocó el dúo Che Manija, con tangos que me hicieron abrazar Argentina a la distancia.
DOMINGO: Si bien en la semana tuve un bad day, hoy se podría decir que tuve un bed day. Chiste malo aparte, hoy el sol se tomó el día libre y ni apareció por el cielo, dejándome con las ganas de bajar un rato a la piscina, pero regalándome una larga estadía en forma horizontal. Porque la vagancia no se toma vacaciones, le da pereza.
Terminé viendo una serie de cortos que me encontré en YouTube, que se transformaron en adicción y me acompañaron durante la cena. Los escasos 8, 10 o 12 minutos que duraba cada uno, son una tentación de la que se hizo muy difícil negarme.
Chau domingo |
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