domingo, 8 de diciembre de 2013

Semana 27: Qué tal Cartagena, mucho gusto...

LUNES: Cómo te cuento que amanecí en Bogotá y me dormí en Cartagena. Sí, comenzaron mis vacaciones previas al viaje de retorno y como en todos estos meses no salí mucho de la capital, me debía un viaje a la playa. Y me quise despedir con todo...

El avión salía a las 3 y media pero quise irme con tiempo, el tránsito acá es una lotería, y a las 5 estaba tocando "tierra caliente". Así es como le llaman a las zonas calurosas, que básicamente es TODO Colombia salvo Bogotá y algunas pocas ciudades muy específicas.

Pasillo que comunica avión con aeropuerto. Así arranca esto...

Como pasa siempre en el país adonde vayas, el hostel está lleno de europeos; que tienen esa actitud de "en este país sudaca la guita me rinde x 8 pero como fideos y con 2 euros mi viaje dura 10 meses".

Creo que estaba con jet lag por el viaje de 1 hora y media de Bogotá a Cartagena, sino no se explica que haya salido a cenar a las 7:30 de la tarde. Cuando me di cuenta traté de estirarlo lo que más pude, masticando lento, metiendo bocado cada vez que pasaba alguien de izquierda a derecha... Cualquier excusa servía para hacer correr las agujas del reloj.

Heladito mientras mi amiga Fio me contaba sobre los viajes de su valija 

MARTES: Oficialmente mi primera "despertada" en Cartagena. Desayuné y salí cagando para el puerto a tomar la lancha para ir a Barú, las playas copadas. Y fue tal el apuro que terminé tomando cualquier cosa.

Sí, era una lancha; pero me llevó a cualquier lado. Luego de un laaaaargo viaje terminó llegando al Oceanario en Islas de Rosario. O sea, todo bien pero no me van los oceanarios. Liberen a Willy...!!! Además había que esperar más de una hora que termine el show.

Luego de chamuyarme al "capitán" de la lancha, me terminaron pasando a otra que salía para Barú en minutos... Varios minutos, hasta que finalmente llegué a las arenas blancas. Qué se yo, están buenas pero después de conocer Cayo Blanco en Cuba, el resto de las arenas no se ven tan blancas como ellos dicen...


El día de playa se termina a las 3 de la tarde, momento en el que todas las lanchas empiezan a juntar a su gente para volver a Cartagena. Luego de una vuelta traumática (uno de los motores se apagó 3 veces y los últimos kilómetros hasta el puerto los hicimos "paseando"), estaba caliente con merendar en algún lugar lindo.

Caí en el Hard Rock Café porque era el primero que me crucé. No tenían N-A-D-A que lo haga parecer a un lugar de meriendas: Café con leche? No... Capuchino? No... Media lunas? No... Sabés qué? Traeme un café negro y un cheesecake. Claramente me quedé porque me daba paja irme.


Llegué al hostel con ganas de tomar algo rico. Y bueno, coroné la noche con 2 mojitos y con la compañía de Nene Malo como música de fondo. Ya está, me siento como en casa... 


MIÉRCOLES: Anuncian lluvias durante el día, así que decidí quedarme y conocer la ciudad. La cosa es que amaneció con un sol caribeño que no lo puedo creer, claramente la app del clima funciona como los pibes del noticiero.

Fue el día que más calor pasé en estos 5 días y en vez de estar en la playa, emita estaba caminando por la ciudad al rayo del sol. Sí, tienen razón en todo lo que están pensando... Lo bueno es que recorrí la ciudad amurallada de punta a punta, anduve por todos lados, me caminé todo y descubrí una ciudad hermosa, que me hizo acordar muchas veces a La Habana, Cuba.


Luego de estar todo el día caminando en ojotas volví destruido al hostel y me entero que me cambiaban de habitación. WTF? En ese momento recibí un llamado bomba que puede llegar a cambiar el destino del mundo (bueno, de mi mundo). No voy a adelantar nada porque todavía no es el momento.

A la noche en el hostel organizaron salida a un karaoke y como odio el karaoke cuando no estoy borracho, me corté y me fui a conocer Café del Mar, terrible bar con sede central en Ibiza y muchos pero muchos discos de música electrónica editados.


JUEVES: Hoy sí, me chupa un huevo el clima y me voy a la playa. Hice todo rápido para llegar temprano y enganchar algún viaje directo a Barú. Pero oh casualidad, otra vez pegué lancha que da la vuelta por todos lados antes de terminar en la playa. Por suerte avisaron a tiempo y me cambiaron a otra que iba al lado.


Al llegar me hice de 2 amiguitos nuevos, argentos ellos, que vinieron de vacaciones. Sus voces me recordaron a esa canción que te gusta tanto y hace mucho que no escuchás. Pegamos onda y organizamos salida para la noche, que empezó siendo moooy tranquila y terminó siendo moooooy bizarra. Los detalles voy a evitarlos, espero me entiendan...

Hoy cuando volvía de la playa en la lancha, por un segundo me sentí Don Johnson en División Miami (con este comentario se me notó la edad un poquito). Bue, puntualmente segundo 0:44 de este video:


VIERNES: Anoche volví tarde y hoy tenía que hacer el check out a las 11 AM, así que la playa quedó totalmente descartada. Salí a recorrer nuevamente la ciudad en busca de más lugares nuevos por descubrir. Con 4 días te recorrés la ciudad amurallada de punta a punta, pero siempre quedan cositas pendientes por hacer.

Entré al Museo de Arte Moderno de Cartagena y me pasó lo mismo que con el de Bogotá... Maldito Malba, que alta pusiste la vara! Me crucé con la Bodeguita del Medio y automáticamente me transportó a 2008 y mi viaje a Cuba, no podía no entrar a almorzar. No sé cómo será de noche, pero de día no pasa nada.  


Cartagena me despidió con una descompostura de la puta madre, creo que comer 3 pescados fritos en 4 días es algo que el estómago no aguanta y te pasa factura (varias veces...).

Claramente dejé el Caribe.
No importa el momento del día...



















SÁBADO: Amanecí teniendo un Skype con mi amigo Nachito y como ya conté en post anteriores, esto significa: mínimo 1 hora y media charlando y cagándonos de risa de boludeces propias y ajenas. Luego de eso, corté y seguí con otro amigo fiel: Christian. ¿Cómo definir nuestra relación? Le tengo todo el amor heterosexual que un hombre le puede tener a otro (que rara suena esa frase, jajajajaja).

La tarde se presentaba como paja, tenía intensiones de ir al gimnasio pero el regalito que me dejó Cartagena hizo que no pueda salir de casa. Tuve la suerte de enganchar en la tele otra buena peli nacional: "El hombre de al lado".
 
 
A la tardecita hice la última limpieza general de mi casa y lo hice en compañía (a esta altura rutinaria) de lluvia del otro lado del vidrio. A la noche me junté con una de las duplas creativas, dos capos a quienes les va a ir muy bien en su carrera, y que quisieron despedirse de la mejor manera (como podrán ver en la foto, no nos juntamos a tomar el té).


DOMINGO: Tuve otra despedida "íntima" con parte de mi equipo creativo. Organizamos para vernos y lo que sería una simple juntada para almorzar en una zona linda de restaurantes, se prolongó durante toda la tarde, tomando un cafecito y chusmeando en Juan Valdéz hasta casi las 7 de la tarde.

¡Cuídense, los voy a extrañar!

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