domingo, 13 de marzo de 2016

Semana 136: "Te la metimos toda... Otra vez".

LUNES: Quedamos finalistas en una licitación para ganar un proyecto. El viernes pasado lo presentamos y el mismo día nos avisaron la gran noticia. Como el cliente está apurado, nos encontramos el sábado y nos pasó unos cuantos cambios que consideraba importantes. El único problema es que sí o sí debemos volver a presentar hoy lunes.

Inicialmente la reunión era a las 18 hs, luego la adelantaron a las 17 hs y terminó siendo a las 17.30 hs. Todo el día estuve corriendo con gran parte del equipo para llegar a terminar la fucking presentación y llegar a horario (le dí los últimos toques viajando en el taxi). Por suerte nos fue muy bien, esperemos que mañana haya buenas noticias.

Nueva compra. Nuevo color. Sin palabras...

MARTES: Sí señores, hay buenas noticias. Finalmente nos avisaron que ganamos la licitación que presentamos ayer y que veníamos batallando hace varios días. Fue un laburo de mucha gente, lo que hizo aún mayor la felicidad en la agencia. Yo le tenía fé porque gráficamente era distinta y tenía un concepto emotivo y fuerte. Ahora tocará correr, la semana que viene arranca todo.

Por la tarde visitamos a un cliente nuevo, que fue nombrado el martes de la Semana 134: Qué suerte que no soy adinerado. Como conté esa vez, es un hotel y guardería para mascotas con el que comprobé que hay perros y gatos que viven mejor que muchos humanos; con piscina, psicólogo, masajes y hasta "garricure" (manicure para garras). La pregunta sigue siendo la misma: esta gente es muy loca o es muy visionaria.

Snacks (¿?)
Brownies (¿?)
Tienen tele para ver. Animal Planet, obvio...
Los gatos tienen su gimnasio
Hoy la piscina estaba anulada por la lluvia

MIÉRCOLES: Hoy fui testigo de lo que es tener contactos, donde unos se benefician y otros se perjudican. En este caso, los perjudicados fuimos nosotros; "por orden de arriba" la elección de la agencia ganadora volvió al paso anterior, con más cambios en la propuesta y compitiendo nuevamente entre las dos finalistas (por casualidad, la otra agencia tiene vínculos con el cliente que pone la plata para que la propuesta se realice). Veremos cómo sigue todo, a mí esto ya me aburrió.

Por suerte el día siguió y a mi vida no la enriquece solo lo laboral. A la noche fui al recital de Manu Chao, luego de tanta espera lo ví por primera vez y quedé sorprendido con la actitud del pibe; no para un segundo, el show está siempre muy arriba y demuestra una actitud buena onda que contagia. Eso salvó el día.


JUEVES: Al mediodía tuve la rutina más anti-rutina del planeta. Desde hace muuuucho tiempo visito al dentista obligatoriamente cada 6 meses, para chequear que todo eso ande bien y también para tener una excusa para usar el plan de salud. Aunque agradezco no tener que usarlo por una enfermedad, es mucha guita que se me descuenta y si no fuese por odontología, no lo usaría nunca.

Por la tarde y luego de una prórroga en el tiempo de entrega (otorgada por el cliente o pedida por la otra agencia, ya ni sé) se entregó la propuesta famosa que me tuvo trabajando de más durante toda la semana. Luego de lo que pasó y con todo lo que me enteré en estos días, la verdad es que me da lo mismo el resultado final. Ese proceso me sacó la motivación...

Le pedimos un plano a un proveedor.
Mandó esto... Muy profesional todo. 

VIERNES: Terminó la historietita que me hizo correr, sudar, esperar, entristecerme y putear durante toda la semana. Finalmente el cliente dio su respuesta sobre la licitación más larga y que menos plata va a dejarle a la agencia. Ya sin ninguna esperanza de que nuestra propuesta sea la elegida, terminamos siendo los seleccionados como ganadores del proyecto.

¿Alegría? No. ¿Felicidad? Tampoco. ¿Revancha? Puede ser... Pasé de la euforia por haber presentado una de las mejores campañas que hice para la agencia, al piloto automático de hacer la tarea y convertirme en "chofer de mouse". Para cerrar, dejo un mensaje a la otra agencia, la que tenía la rosca, la que intentó ganarnos con creatividad y no pudo: no te conozco pero te digo "te la metimos toda... Otra vez".

Sr y Sra Naranja despide la semana laboral, hasta la próxima!

La semana terminaba bien, pero la sal que me persigue no se podía quedar con los brazos cruzados. Volviendo de la última clase del gimnasio, me doy cuenta que me olvidé la llave allá. Vuelvo a buscarla y estaba cerrado; claro, última clase, viernes, todos desaparecieron. Luego de intentar abrir pasando una botella de plástico cortada me resigné y llamé al cerrajero. Así, con este broche de oro termina verdaderamente mi semana.

Doblar la esquina y encontrarse con esta belleza

SÁBADO: Aprovechando que ayer fui al gimnasio, dejé libre el día de hoy porque tenía que hacer un montón de cosas. Las horas pasaron y de todos los pendientes que tenía para hacer, la única beneficiada fue mi casa, que recibió el mimo quincenal que la hace verse más linda, más prolija y más limpia. En un sábado con lluvia, es lo menos peor que encontré para hacer.

Por la noche tenía la invitación para ir a ver un show de stand up. De todos los subgéneros que se desprenden del humor, este es el que menos me gusta. Un tipo ahí parado, forzando la situación para que su relato trate de verse gracioso con cosas "que le pasan a uno". Y no papu, si te pasa lo mismo que a mí, siento que sos tan pelotudo como yo... Estemmmmmmm no, no fui.

Batiseñal

DOMINGO: Creo que soy la única persona en el mundo que nunca dijo la tan famosa frase mañana empiezo la dieta. Ese día llegó y lejos de ser una afirmación mentirosa, "mañana empiezo la dieta". Como conté en el post de la semana pasada, una nutricionista me hizo una dieta y estuve despidiéndome toda la semana de comida a la que solo veré en fotos.

Hoy fue el último día de esta larga lista de despedidas y lo tenía que hacer a lo grande. Cerca de casa inauguró Krispy Kreme, una de las marcas más famosas de donuts de New York. Fui para hacerme de un par y lo mismo pensamos muchos, había una fila de 50 personas apróx y una espera asegurada de más de una hora. Lejos de deprimirme, un vacío Dunkin' Donuts me salvó el domingo.





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