lunes, 11 de enero de 2016

Semana 127: Hola 2016, espero mucho de vos

LUNES: Luego de disfrutar de unas merecidas vacaciones en el mejor país del mundo (vacaciones que no tengo desde octubre de 2014), me reincorporé a la agencia e hice la ceremonia que todos esperan y celebran: el reparto de alfajores. Como un típico primer día, no entendía nada de lo que pasaba a mi alrededor; quizás haya sido porque anoche me dormí a las 2 AM.

A la noche debería haber descansado pero tuve un plan al que no pude negarme. Y mucho menos cuando me dijeron "vamos a jugar el clásico: Colombia vs Argentina". Un partido de fútbol donde tuve una performance patética luego de cuatro semanas de inactividad deportiva, aportando sólo 2 goles y algunos kilos por bajar. Creo que el exceso de asado y la abundante comida materna fue algo rico pero contraproducente.

Por esta gente nunca me acosté antes de las 2 de la mañana.
Con ellos estuve más que con nadie, los voy a extrañar.

MARTES: El partido de anoche hizo que me acueste a las 00:30 hs. Creo que mi cuerpo se vengó porque a pesar de necesitar descanso no le dí el gusto; hoy cuando sonó el despertador a las 7 de la mañana me lo hizo saber con dolores por todos lados. Los nuevos 37 se están haciendo sentir a 2 semanas de haberlos estrenado.

Hoy me confirmaron que el jueves tengo que viajar a Bogotá para presentar una propuesta y ganar un cliente nuevo para la agencia. Otra vez a madrugar, otra vez a subirme a un avión. Todavía tengo la valija armada, creo que voy a dejar todo como está aunque vaya y vuelva en el día.

Será para escuchar música cuando te toca
una muertita que no hace ni un ruido?


MIÉRCOLES: Se está por terminar la pasantía de una de las diseñadoras y empecé con la linda, larga y pesada tarea de reclutar una infinidad de postulantes para tener un largo listado de entrevistas y con suerte, definirme por una persona. Hoy tuve la primera y no era la indicada.

En Argentina vemos el Twizy en la tele, en Colombia lo venden

JUEVES: Mi problema no es el horario matutino cuando me levanto temprano sino el estado en el que estoy, mi cara, mis ojos; me acerco mucho a cualquier personaje no vivo de la serie The Walking Dead. Por ejemplo hoy viaje a Bogotá y cuando el reloj marcó las 4:30 AM, sabía que hasta ahí había llegado mi sueño.


Volver a Bogotá me puso muy contento, no estoy por acá desde julio del año pasado y la ciudad me recibió como demostrándome que me quería ahí de vuelta: con sol, con calor y con poca gente en la calle. Si a eso le sumamos una muy buena reunión con el cliente (y la compra de un jeans Levi's a muy buen precio en el outlet), el día fue positivo.
Pedí un ticket y la mesera me trajo esto.
AFIP colombiano, tengo un trabajo para uds...

Pero nunca es tan positivo si no hay un buen mimo para el estómago. A la noche nos juntamos en la casa de una compañera experta en perros (nuestros panchos pero cargados al 1000% con tomate, papas y cebolla) que nos preparó una excesiva y colesterólica cena. Con ella sabés que te espera un servicio impecable y siempre una sonrisa en la boca.

Pero eso no es todo, la cena incluyó una intimidad que dejó a todos con más preguntas que respuestas: generó un listado con toda su ropa y las posibles 87 combinaciones que existen. Cada día sabe lo que va a ponerse y no vuelve a repetir el look hasta dentro de casi 4 meses. Cuando pensaba que nada me sorprendería del universo femenino, viene esta loca y me tira con esto... Así no se puede.

Pancho con vino, todo un bacán...
En amarillo, la combinación ya usada... WTF?

VIERNES: Luego de dos años y de haber pasado por mil situaciones (tanto buenas como malas), es signo de madurez cuando discutís con compañeros por cuestiones laborales y todo queda en eso, en un puta discusión que todos entienden que es laboral. Por suerte, cuando hay amistad de por medio, todo se soluciona con un simple "salimos a almorzar?" y listo, problema resuelto.

Terminando el día y antes de volver la próxima semana con la linda rutina del gimnasio, nos juntamos con una parte del grupo para tener una mini salida nocturna. Se charló y se bebió cerveza, nada más alejado de la vida fit que se promulga como una religión, y de la que por suerte estamos bastante alejados. 


SÁBADO: Desde fines de 2015 tenía pendiente una tarea que para muchos es una paja y tratan de evitarla. Este no es mi caso porque la disfruto: hacer la limpieza general de mi casa. Lo tomo como un ritual donde suena música fuerte, me visto para la ocasión (lo más croto posible) y me rodeo de líquidos limpiadores de piso, de baño, trapeadores, guantes y mucha paciencia.

Por la noche tuve otra rutina que también disfruto hacerla y últimamente se está poniendo de moda: cocinar. En mi caso lo tomo como una necesidad vital; no soy un gran cheff pero en estos 13 años que vivo sólo nunca pasé hambre. Una rica cena acompañada de un buen vino, sería el cierre de este sábado perdido en Medellín.

Cuando hay limpieza, no te cruces porque te lavo todo


DOMINGO: Día que estaría marcado por la nada misma, acostado en la cama y viendo qué hacer con la vida. Y el mejor lugar para perder el día es la piscina, que con el sol del caribe me entretuvo por un par de horas, tiempo suficiente para empezar a despedirme de este blanco teta que increíblemente me traje desde el verano de Argentina.
 
Se repite una linda costumbre que arrastro desde hace tiempo y que nunca se convertirá en rutina: ver cine. La primera película de este 2016 es la vida de una mujer que tiene todo mi respeto por tener talento, buen gusto musical y una vida llena de excesos. Gracias a las filmadoras caseras, esta película nos da la proyección de lo que serán los documentales de los celebrities en el futuro, con imágenes de archivo que nos muestra su intimidad desde un costado no tan íntimo.


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